La campaña de pomelo avanza en España con descensos en volúmenes de producción más acentuados de lo previsto. “Si bien los pronósticos apuntaban a una caída de producción del 26% en octubre, podemos constatar que dependiendo de las fincas el descenso es mayor”, cuenta María Dolores Pelegrín, gerente de la empresa murciana Apemar.
Este año el inicio a la cosecha de pomelo nacional empezó un poco más tarde para esta empresa murciana. “En las fechas en las que solemos empezar con pomelo nacional, todavía quedaba producción disponible de pomelo sudafricano de muy buena calidad. En estos casos siempre es mejor esperar a que el pomelo nacional adopte mayores grados Brix y jugo para reemplazar al producto sudafricano sin que los clientes noten la diferencia. Estas son las fechas –entre diciembre y enero– en las que el pomelo español tiene su calidad organoléptica óptima. Además, es conveniente empezar cuando el mercado está más limpio de otros orígenes, con tal de lograr mayores cotizaciones”, explica María Dolores.
La reducción de la cosecha en España ha derivado en calibres generalmente más grandes. De acuerdo con la exportadora, “al haber menos carga de fruta en los árboles, la fruta ha engordado más. Predominan, por tanto, los calibres gordos, lo cual está siendo un hándicap a la hora de vender, ya que hay mercados que buscan calibres más medianos y/o pequeños. Las ventas son generalmente lentas, teniendo en cuenta también la competencia de Turquía, que sobre todo en los países del este domina más los mercados por tener precios más competitivos. Israel también compite con nuestros pomelos, pero sus precios son incluso más altos y su calidad, similar a la nuestra”.
Dada la disponibilidad de producto, María Dolores Pelegrín prevé que la campaña 2019/2020 termine antes y que, además, a partir del mes de marzo, el pomelo español esté más solo en el mercado y pueda encontrar más huecos.
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María Dolores Pelegrín
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