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"Se están arrancando árboles y hay empresas en riesgo de quiebra"

Situación dramática para los productores y comercializadores españoles de caqui

Los caquis cuelgan de los árboles porque no es rentable recolectarlos, aunque nadie parece mostrar interés en comprarlos. La situación para los agricultores y las empresas comercializadoras españolas que trabajan este producto es dramática.

“A diferencia de la campaña de caqui 2018/2019, en la que la que las heladas y el granizo provocaron la pérdida de más de la mitad de la producción, la campaña actual cuenta con una cosecha plena, añadiendo que los árboles plantados hace 4 o 5 años están dando sus frutos y cuyos rendimientos aumentarán en el futuro”, cuenta Eduardo Cifre, fundador de OKA Fruits y de Ribercaqui. “Las lluvias torrenciales de la semana 49 han estropeado aquellas plantaciones que no estaban debidamente tratadas, pero no afectará mucho a los volúmenes disponibles”, añade.

Sabiendo que hay más fruta disponible respecto al año pasado, la gran distribución empezó desde el principio a presionar los precios de compra a la baja. “Muchos agricultores entraron en pánico y empezaron pronto a ceder y a vender muy barato. El efecto final ha sido un colapso de los precios en tan solo unas semanas desde el inicio de la campaña. Queda muchísima fruta por vender en los campos, por la cual se pagan apenas entre 5 y 7 céntimos el kilo, cuando solamente los costes de producción ascienden a alrededor de 25 céntimos por kilo”, manifiesta el productor y exportador valenciano.

Por otra parte, de acuerdo con Eduardo Cifre, las empresas comercializadoras están vendiendo el caqui de primera categoría a precios de salida de almacén que rondan los 60-62 céntimos de euro el kilo, sin contar los costes de transporte y unos 35 céntimos el kilo para la fruta de segunda categoría. “Los comercializadores están jugando con márgenes de entre 1 y 2 céntimos, por lo que una sola reclamación puede echar a perder una parte importante de la campaña. La situación es muy tensa tanto entre agricultores y empresas comercializadoras como entre estas con la gran distribución. Mientras tanto, la mayoría de cadenas de supermercado mantienen los precios del caqui en sus lineales respecto al año pasado, obteniendo incluso mayores márgenes”.

España es líder en la producción y exportación de caqui, cultivo que se concentra principalmente en la provincia de Valencia, lo cual, a priori, debería facilitar la unión de los agricultores en un frente común para marcar los precios mínimos. “Si no nos unimos pronto los agricultores y cambiamos nuestra mentalidad, no hay ningún futuro para este producto. Y es que, a no ser que haya problemas meteorológicos, el año que viene volveremos a tener la misma situación. En Francia han logrado proteger a sus agricultores ante situaciones como esta, fijando precios mínimos para asegurar la rentabilidad de los agricultores ¿por qué aquí no?”.

“Hay agricultores que ya están arrancando los árboles porque han perdido demasiado dinero y algunas empresas comercializadoras están en alto riesgo de quiebra. Se prevé que haya muchos impagos a agricultores al final de la campaña”, asevera Eduardo Cifre. “Se respira mucha desesperación y tensión en este sector, hasta tal punto que incluso se desea que vuelva a haber heladas y pedriscos”, concluye.

 

Para más información:
Eduardo Cifre
OKA FRUITS
+34 639 628 670 
contact@okafruits.com