La Tuta absoluta se ha convertido en una enfermedad global para el cultivo de tomate, la hortaliza más cultivada en todo el mundo y de mayor valor económico. Solo en los últimos diez años, ha pasado de afectar al 3% de los cultivos de tomate en todo el mundo al 60%, una superficie de 2,8 millones de hectáreas. El manejo inadecuado de los productos fitosanitarios ha propiciado que se haya vuelto más resistente.
Este ha sido uno de los temas abordados en el Encuentro Internacional “La Fitosanidad en el cultivo del tomate: de los riesgos actuales a las nuevas amenazas”, que se celebró el 11 y 12 de diciembre en Águilas, Murcia, se reunieron medio millar de profesionales de la sanidad vegetal interesados en conocer las estrategias de manejo más eficaces contra las plagas y enfermedades que afectan a esta hortaliza.
Otra plaga importante, no presente en la cuenca mediterránea aunque catalogada como prioritaria por la Comisión Europea, es el psílido de la patata, Bactericera cockerelli, que afecta sobre todo a invernaderos de tomate y pimiento en regiones de Norteamérica cuyo control, además del uso de fitoquímicos, exige la combinación de diferentes estrategias de hermeticidad y control físico en los invernaderos, así como liberaciones de insectos beneficiosos.
En España uno de los principales problemas fitosanitarios en el cultivo de tomate es el ácaro del broceado del tomate (vasates). La inexistencia de sistemas de control biológicos eficaces y la reducción del número de fitosanitarios autorizados para su control hacen que su manejo requiera una estrategia mixta que optimice el uso de los productos disponibles asociado a unas buenas prácticas agronómicas, según explicó Josep Izquierdo, manager de hortícolas de Bayer CropScience. Asimismo, las especies de Meloidogyne, nematodos que más afectan a la funcionalidad de las raíces de tomate, precisan control en las producciones españolas.
Virosis
Tras la reciente detección en Almería del virus rugoso del tomate (ToBRFV), una de las conferencias más esperadas fue la de Salvatore Walter Davino, jefe del Laboratorio de Virología del Departamento de Agricultura, Alimentación y Ciencias Forestales de la Universidad de Palermo, que habló de la incidencia de este virus en Sicilia, una de las áreas de producción de tomate más importantes de la cuenca mediterránea. “Actualmente, solo se puede contener su expansión con dos herramientas para reducir la introducción y la posterior propagación de ToBRFV: el diagnóstico precoz y la implementación de medidas preventivas en el manejo de cultivos”, explicó.
Por su parte, Vicente Pallás, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), presentó las contribuciones de la hibridación molecular a la detección polivalente de virus que afectan al tomate y la aplicación de la tecnología de edición genómica CRISPR-Cas al control de estos patógenos, que “está permitiendo desarrollar estrategias de control de las virosis del tomate que eviten la aplicación de transgénesis”.
Fuente: cadenaser.com