La falta de rentabilidad y competitividad en la producción española de hortalizas de invernadero fue uno de los puntos clave tratado en la reunión de la sectorial de hortalizas bajo cubierta celebrada la semana pasada con la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, quien reconocía que se ha producido la caída de rentabilidad en el sector, a la vez que defendía de la necesidad de su “reestructuración”.
Uno de los cambios estructurales que apuntaba Orellana era elevar el nivel de organización de los horticultores de invernaderos en torno a la figura de las Organizaciones de Productores (OP) y Asociaciones de OP (AOP) para así regular el mercado, hacer retiradas de producto con fondos europeos y tener más fuerza ante la gran distribución.
“Hay que averiguar por qué todavía hay un nivel de las OP que no es el deseable”, sentenciaba Orellana antes de explicar que en las reuniones para perfilar el Plan Estratégico de España de cara a la futura Política Agrícola Común (PAC) se está procediendo a analizar las “debilidades, amenazas y fortalezas” de todos los sectores.
A su juicio, esta actividad necesita “mejorar mucho su competitividad, no solo a nivel europeo” –los invernaderos holandeses, muy tecnificados, siguen aumentando–, “sino también por la procedente de países terceros”, como las entradas desde Marruecos.
Revisión de la ley de la cadena alimentaria
Ante estas cuestiones, Orellana no descartó que “sea necesario revisar mecanismos regulatorios como la Ley de la cadena alimentaria o la normativa de explotaciones prioritarias” para “conseguir un sector mucho más moderno, orientado a los mercados y, sobre todo, más rentable para los productores”.
Desde la organización hortofrutícola Fepex, su director, José María Pozancos, también constataba tras la sectorial que “existe un problema de rentabilidad del sector y, en consecuencia, de la sostenibilidad económica de las explotaciones”.
A este contratiempo sumaba el de la “competitividad”, por la “diferencia de costes” respecto a la producción de países terceros, “especialmente con los de Marruecos, y también con los Egipto y Turquía”. El aumento de la competitividad podría pasar, según Pozancos, por “incentivos o medidas de financiación de inversiones en las estructuras de las explotaciones”; una mayor sostenibilidad económica, a corto plazo; y una “mejora de la eficacia de las AOP” para elevar la “planificación de la oferta de acuerdo con la demanda”.
Fuente: efeagro.com