"El mercado italiano del calabacín parece haber tomado un rumbo positivo en las últimas semanas, pero solo después de que se haya eliminado alrededor del 40% de la producción, debido a una crisis comercial que duró más de un mes, con precios de venta de incluso 0,20-0,25 €/kg. A partir de la primera semana de agosto las cosas han mejorado, con precios que han ido subiendo paulatinamente hasta llegar a los 0,50-0,60 €/kg actuales".
"Ahora los mayoristas de frutas y hortalizas nos piden calabacines a diario, mientras que antes el producto permanecía en stock unos días, porque los pedidos eran muy limitados, si no nulos. Obviamente, ya se ha acabado el pico de la producción, que tuvo lugar en el período más oscuro de la temporada", dice el agricultor Rosario Porfido, de la región de Basilicata.
"Ha sido una campaña difícil caracterizada por grandes pérdidas. Como si los problemas en las ventas no fueran suficientes, las granizadas de agosto afectaron al 15% de los campos. Tuvimos que parar la cosecha durante unos 10 días por la falta de producto adecuado para la comercialización. Pero si los precios siguen manteniéndose en el nivel actual, nos permitirán recuperar al menos los costes de producción. Aún nos queda un 30% por recoger. ¡Esperemos lo mejor!".