La calabaza Violín está haciéndose un hueco cada vez mayor en los hogares de los consumidores europeos, consolidándose como uno de los productos de otoño, cuya temporada comienza en el Levante español a principios de septiembre.
En la cooperativa castellonense Benihort, de Benicarló, ya han comenzado la campaña de esta variedad de calabaza, uno de los productos que ponen a disposición de sus clientes de su extensa gama de hortofrutícolas. “Ya hemos empezado a cosechar calabaza violín, aunque no será hasta mediados de septiembre cuando dispondremos de cantidades más consistentes”, señala Carlos Miravet, responsable del departamento comercial de hortalizas de la cooperativa. “Junto con el boniato, son los productos de la temporada de otoño”.
Esta campaña, la empresa prevé alcanzar una cosecha de cerca de 500.000 kilos, tanto en convencional como en bío. “Hemos crecido notoriamente en producción respecto al año pasado y ya tenemos toda la producción vendida. Su demanda sigue creciendo, por lo que, a petición de nuestros clientes, seguimos aumentando la superficie de cultivo a la vez que se mantiene el rendimiento económico para los agricultores”, señala Carlos Miravet.
A pesar de la inestabilidad climática de los últimos meses en el este del país, que ha provocado cuantiosos daños en las explotaciones en producción, la calabaza violín no se ha visto afectada en la comarca del Bajo Maestrazgo. “De momento los campos de calabazas están bien y sacaremos la producción sin problemas, según lo previsto”, dice Carlos. “Si ahora lloviese sería muy problemático, porque provocaría el agrietado del fruto, haciéndole perder su valor comercial”.
Benihort trabaja con cadenas de supermercados, empresas particulares y mayoristas tanto del mercado nacional como de exportación, principalmente Alemania y Países Bajos.
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Carlos Miravet
BENIHORT
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