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De momento, se espera un descenso del 27% en la cosecha

Se prevé una campaña de caqui con mejores precios para los productores

La campaña del caqui se inicia ya en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana y se espera que la misma se desarrolle de forma normal con un aumento del consumo y unos precios en torno a los 0,37 €/kg, de acuerdo con la organización de productores valencianos La Unió de Llauradors.

Las primeras estimaciones reflejan una cosecha de alrededor de 315.000 toneladas, lo que supondrá una reducción en relación a la pasada del 27%, circunstancia que debería servir para que el mercado absorbiera la producción esperada sin problemas.

La fuerte demanda que se espera de cítricos españoles como consecuencia de la COVID19, siguiendo la tendencia del final de la pasada campaña, podría repercutir también de forma positiva en el aumento del consumo de caqui y en consecuencia también en un repunte de las cotizaciones en origen.

La Unió recuerda a los diferentes operadores comerciales, ya sean privados o cooperativas, que no es una campaña para efectuar ofertas o saldos que estropeen las buenas perspectivas y que una mínima planificación de la temporada en los cuatro meses de consumo óptimo comportará precios razonables y beneficios por todos los integrantes del sector.

La única preocupación entre los productores, para esta campaña, es que una pequeña parte de la producción que se considera destrío o merma por no llegar al circuito comercial se deba al aumento de las plagas y a las dificultades de los agricultores para combatirlas ante la desaparición de productos fitosanitarios eficaces y la falta de alternativas adecuadas a los mismos. La mosca blanca, los tres Cotonets o últimamente el resurgimiento inesperado del hongo de la Mycosphaerella, son algunas de estas amenazas.

Precisamente sobre esto último, La Unió contactó con responsables del IVIA, quienes han informado que seguramente se debe a la resistencia que ha creado el hongo a ciertos fungicidas del grupo QoI (estrobilurinas). Sanidad Vegetal ya avisó en abril del peligro de usar exclusivamente este grupo de fungicidas, por lo que se recomendaban una serie de estrategias para reducir la cantidad de inóculos.

No obstante, también se reconoce que se debe a la combinación de dos circunstancias: una primavera anormalmente húmeda que ha generado una mayor cantidad de inóculos junto a la reducción de  tratamientos por parte de algunos propietarios y al abandono de campos por los desastrosos precios de la última campaña. 


Esta organización solicita a las Administraciones que se den las herramientas efectivas contra estas plagas puesto que las actuales son ineficaces para controlarlas. En este sentido, ha pedido ayudas directas para los productores que han tenido, utilizando métodos químicos recomendados, una merma de su producción como consecuencia de la incidencia de las plagas. Del mismo modo, la organización considera que debería preverse un plan alternativo en el supuesto de que los métodos biológicos (parásitos, depredadores, feromonas) no funcionen.

 

 

Fecha de publicación: