Según William Trapon, gerente de la empresa Trapon Champignons, es una temporada muy atípica para el boletus. "Durante las primeras semanas de septiembre, hizo un tiempo muy seco y caluroso. No son las condiciones meteorológicas que asociamos al crecimiento de los boletus. Sorprendentemente, hubo bastantes en Francia. Fue difícil venderlos, ya que hacía mucho calor para el consumo".
Actualmente, la situación ha cambiado por completo. "Desde hace un par de semanas, se han reunido todas las condiciones meteorológicas necesarias para el crecimiento de boletus: comenzó a llover y hace alrededor de 10 grados. Sin embargo, falta mucha mercancía. Es difícil de entender. Pero el mercado se ha establecido. Las temperaturas son perfectas para el consumo y hay mucha demanda".
William añade que este problema no ocurre solamente en Francia. "Hay una escasez de boletus en todo el mundo. Recibimos bastante demanda de países que suelen tener su propia producción, incluso países de los Balcanes".
A pesar de que hay escasez de boletus, William es bastante optimista en cuanto al resto de variedades de setas silvestres, como los rebozuelos. "Mientras que el tiempo es perfecto para el crecimiento de las setas, los volúmenes de otros productos de otoño se comienzan a intensificar".
Impacto del coronavirus
La crisis sanitaria ha tenido un gran impacto en el mercado de la seta silvestre en los meses de marzo y abril, cuando los restaurantes estaban cerrados. "Normalmente, el 80% de nuestros productos se destinan a la restauración. Tuvimos que detener nuestra temporada de colmenillas silvestres frescas por completo. En cuanto a la oferta, ha sido muy complicado lograr que llegasen las setas de otros países, ya que le tráfico aéreo también se había detenido. Pero, por otra parte, el mes de marzo solo representa una pequeña parte de nuestros ingresos. Los cuatro últimos meses del año son muy importantes para la venta. Otro confinamiento a final de año sería mucho más catastrófico".
El apoyo por parte del Estado francés, dar prioridad a la producción francesa, ha generado efectos positivos, aunque también negativos, para Trapon Champignons. "Por una parte, la venta de nuestros productos franceses, como los arándanos silvestres o los níscalos, se desarrolló muy bien en primavera. Por otra parte, vendimos muchos menos níscalos de importación que de costumbre".
Para los próximos meses hay una gran incertidumbre. "Si hay otro confinamiento a nivel nacional o regional en Francia, será imposible que los recolectores recojan setas en los bosques. Sin setas silvestres nos faltarán productos. Además, hay incertidumbre en cuanto al mercado europeo y asiático al mismo tiempo, lo que es bastante raro".
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