La tormenta tropical Eta ha golpeado a un país cuya economía y sector productivo habían sido fuertemente impactados por la pandemia de coronavirus. Durante los meses críticos de la crisis sanitaria, el sector agrícola fue una de las pocas actividades que siguieron creciendo, mientras el resto caía; sin embargo, Eta ha causado daños a una considerable cantidad de cultivos para consumo local y ha provocado cuantiosas pérdidas en un importante producto de exportación, el banano.
El sector bananero estima que a causa de las inundaciones se han perdido 8.000 hectáreas de cultivo, más de la mitad de las 15.000 hectáreas existentes en Honduras.
“Creo que este es el daño más grande en la historia para el banano”, señaló el productor Héctor Castro. El dirigente estima que al menos 16.000 empleos directos están en peligro y que el volumen de fruta exportada disminuirá.
A agosto pasado, la exportación de productos agrícolas ascendió creció un 10,7% respecto al mismo periodo de 2019, totalizando $631,0 millones, gracias al incremento interanual de $63,6 millones en las exportaciones de banano, fundamentalmente a EE. UU. Pese a que el volumen de fruta enviado bajó un 4,6%, el precio internacional promedio aumentó un 26,3%, según datos reportados por el Banco Central.
Mientras sigue bajando el agua de las inundaciones provocadas por Eta, cientos de miles de hogares, empresas y agricultores de todo el país comienzan a hacer el recuento de daños.
“Honduras quedará en una situación muy débil a nivel de finanzas gubernamentales y del golpe que está teniendo el sector privado”, dijo el empresario sampedrano Mateo Yibrín.
“Todos tenemos que ser conscientes que no será fácil salir de esto. Vamos a tener un año 2021 económicamente muy complicado y complejo y hay que decir la verdad y las cosas como son: el pueblo va a sufrir por falta de empleo, falta de inversión, hambre, y las empresas también, así que el panorama no es halagador”. Para Yibrín, la recuperación plena tomará años.
Fuente: laprensa.hn