"La crisis del coronavirus ha sido un catalizador para varias tendencias de consumo"

Los productores de hortalizas en Europa ya se están preparando para la próxima temporada. Gran parte de las planificaciones no pueden realizarse en persona este año debido a las restricciones por el coronavirus, pero aun así la división alemana de la empresa obtentora Bejo apoyará a sus clientes lo mejor que pueda, de acuerdo con Pieter Gabriëls: "Todos estamos expectantes y no sabemos muy bien lo que nos traerá el próximo año".

La gran pregunta para los productores de hortalizas es cómo será el año que viene. "Como todos los años, ahora es el momento de planificar el cultivo en cuanto a superficie y variedades. Ahora tenemos una buena visión general de la temporada de hortalizas de 2020 y podemos usar estos datos para estimar las necesidades para el año que viene".

Holger Pohl y Pieter Gabriëls en el stand de Bejo en la feria expoSE 2019

A pesar de todo, 2020 no ha sido un mal año para Bejo GmbH. "Las pruebas con las nuevas variedades de nuestros principales cultivos han arrojado resultados positivos y nos complace poder ofrecer a los productores nuevas posibilidades. Tomemos el ejemplo de nuestra cebolla roja Redlander F1, que es resistente al oídio. La variedad tiene buenos rendimientos, tiene muy pocos problemas de oídio y se almacena bien, lo cual la convierte en una alternativa muy interesante para, entre otros, los productores ecológicos".

Redlander F1

Las cebollas fueron uno de los productos que se mantuvieron bien después de las compras de acaparamiento al inicio del primer confinamiento. En general, Pieter Gabriëls ve un incremento de las ventas de hortalizas. "Creo que las ventas y la cuota de mercado de las hortalizas, independientemente de la variedad, aún pueden aumentar. Las verduras son populares porque los consumidores consideran muy importante una alimentación saludable. Los retailers no se quedan atrás y se suman a la apuesta por productos de cultivo local".

Si la demanda de hortalizas sigue creciendo, hará falta una ampliación de la superficie de cultivo. "Para el año que viene planificamos un crecimiento de la superficie cultivada que irá de la mano del aumento del consumo, tanto para productos básicos como para zanahorias o cebollas, pero también para especialidades como los espárragos. Si las vacaciones deben cancelarse debido a la situación del coronavirus, la gente en casa tenderá a disfrutar de productos más caros como los espárragos".

Espárragos de tres colores

Otra tendencia que influye en la elección de variedades de los productores es la preferencia del consumidor por los productos de IV gama. Gabriëls lo explica con el ejemplo de la endibia roja: “Las endibias pequeñas y firmes son más adecuadas para las ventas en el supermercado, pero para el procesamiento de productos de IV gama deben ser más grandes y sueltas".

La cuota de productos frescos ecológicos también sigue creciendo rápidamente en Alemania. "También nosotros ponemos cada vez más energía en programas para el cultivo ecológico. Las mejores variedades en el segmento ecológico no siempre son las mejores variedades convencionales. Los requisitos de resistencia para el cultivo ecológico son mayores que para el cultivo convencional. En consecuencia, estamos llevando a cabo una investigación intensiva de la resistencia para optimizar nuestra reproducción de semillas. De esta manera podremos dar apoyo a ambos mercados en el futuro".

Hay un factor común: "La crisis del coronavirus ha sido un catalizador para varias tendencias de consumo. Ni la alimentación saludable ni los productos de IV gama o ecológicos son nuevos, pero cada un de estas tendencias está adquiriendo una relevancia completamente nueva debido a la pandemia".

Una vacuna en primavera ya no detendrá esta evolución, de acuerdo con Gabriëls. "Muchos comportamientos y preferencias se mantendrán una vez que el coronavirus esté contenido. Y no hablamos solo de aspectos de menor importancia en nuestra vida cotidiana: el teletrabajo y el cierre de los restaurantes han tenido un gran impacto en el consumo y los hábitos (alimentarios). Esta influencia no solo es buena, sino que, en mi opinión, es de largo plazo y de gran alcance".