Desde principios de septiembre de este año, los productores y exportadores de banano de Ecuador, Colombia, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Panamá y República Dominicana (que representan alrededor del 65% del comercio global de banano) han mantenido un intenso diálogo con Rainforest Alliance respecto de la actualización 2020 de la norma de la certificadora privada. Los bananeros argumentan que no se ha tenido en cuenta su contribución al proceso de diseño de esta (solo un 2% de sus comentarios fueron incluidos), y que el documento final dista del borrador presentado el año anterior, poniendo en riesgo, además, la sostenibilidad de la industria bananera latinoamericana y por ende el salario de miles de familias bananeras.
Según diversos análisis de la industria, la nueva norma de Rainforest Alliance supondrá un aumento del coste en 1,68 € adicionales por caja, lo cual se reflejará en el precio del producto en góndola. Ante la ausencia de un esquema de distribución de la responsabilidad entre los actores de la cadena de valor, los bananeros tendrán que asumir este coste por sí solos; una carga que no se pueden permitir luego de los estragos de la crisis del COVID-19 y de las inversiones necesarias para frenar la plaga de sigatoka negra que amenaza la región.
Ante esta situación, los bananeros han decidido unirse y convocar una mesa redonda en conjunto con las principales cadenas retail de la Unión Europea (ALDI, REWE, TESCO, entre otras) para así diseñar un esquema de redistribución de la carga.
La cita está dada para el viernes 27 de noviembre. El futuro del sello de la rana depende del resultado de esta convocatoria y los ojos están puestos en la responsabilidad de las grandes cadenas.