Hace un año y medio, el exdirector de Chiquita, Franklin Ginus, fundó la marca BeFrank con el objetivo de iniciar una revolución en el sector bananero al presentar al mercado una banana de comercio justo basada en la distribución equitativa de los márgenes de beneficio. Sin embargo, según Franklin, BeFrank no logrará una buena presencia en los lineales de los supermercados holandeses en 2021. "Hemos presentado todas nuestras propuestas y precios a la gran distribución, pero para el próximo año los supermercados han tomado la decisión de continuar con la línea actual, considerando que su política de sostenibilidad actual es suficiente".
Aun así, Franklin no se da por vencido. "No estamos iniciando este proyecto por nosotros mismos. Es inaceptable que haya pobreza y que estemos agotando los recursos naturales. Nuestro objetivo es que todos en la cadena de la industria bananera puedan ganarse la vida. La etiqueta Fairtrade es un gran primer paso, pero no es suficiente. Creemos que los supermercados no deben contentarse con un simple certificado que dé la impresión de que con eso todo esté arreglado".
"Debo admitir que esperaba que hubiera más interés en el principio de True Price (precio verdadero) desde Alemania y desde el canal de ventas de productos ecológicos. Afortunadamente, estamos trabajando con varias partes que sí quieren dar el paso. Por ejemplo, nuestras bananas BeFrank de cinco unidades por paquete se venden muy bien en el supermercado online Crisp por 2,49 euros. Esta plataforma, que se fundó hace dos años, está experimentando un enorme crecimiento. Los especialistas en frutas y hortalizas también podrían mostrar más interés, aunque en este segmento también hay algunos comerciantes que ya se han sumado a la revolución. Estamos muy orgullosos de ellos, ya que han decidido asumir la responsabilidad".
"La respuesta que siempre oímos es que el consumidor no está dispuesto a pagar más dinero por las bananas. En mi opinión, no es verdad, tal vez no todos los consumidores estén dispuestos a gastar más en productos de comercio justo, pero ciertamente hay un grupo objetivo que compraría este tipo de productos. De hecho, lo hemos investigado y probado ampliamente. La pregunta es qué gran supermercado dará el primer paso. Sería un gran acontecimiento, porque se gana mucho dinero en el mercado bananero. Por cierto, el comercio justo no depende solo de los supermercados, ya que también los exportadores de bananas podrían dar ejemplo al no suministrar producto por debajo de un precio determinado".
"Por lo tanto, continuamos con mucho entusiasmo con nuestra misión de establecer una cadena de suministro en la que las ganancias se distribuyan de manera justa y transparente, de modo que podamos ayudar a los pequeños productores y trabajadores en el campo y las estaciones de envasado a lograr unos ingresos dignos. Los abusos en la industria bananera se pueden abordar y resolver uniendo fuerzas", concluye Franklin.
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Franklin Ginus
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