"El reciente comunicado de Fresh Del Monte y Dole Food de que van a imponer un recargo por 'fuerza mayor' en todos sus contratos bananeros norteamericanos a partir de la próxima semana es razonable, dadas las grandes pérdidas por los recientes huracanes Eta e Iota que sufrieron los dos grandes productores en Guatemala y Honduras respectivamente. La empresa Del Monte, en Miami, aplicará un recargo de 2 dólares por caja, mientras que el de Dole será de 1,76 dólares por caja".
"Pero, mientras suben los precios en su principal mercado bananero al otro lado del Atlántico, las empresas han estado dispuestas a firmar contratos a precios insostenibles que les imponen los grandes retailers europeos como Aldi".
"En efecto, esas empresas multinacionales de fruta están subvencionando de forma cruzada los precios deficitarios que algunos retailers europeos siguen imponiendo con un recargo en su mayor mercado. ¿Qué señal se está mandando a los caprichos de Aldi y otros grandes compradores europeos? ¿No deberían, en cambio, comunicar a los compradores europeos que las bananas no pueden producirse y comercializarse a los precios que se están negociando actualmente en 2021?, especialmente si los retailers esperan que todos los productores de fruta, incluidas esas dos marcas principales, paguen salarios dignos, reduzcan el uso de plaguicidas y hagan las inversiones sociales y ambientales que exigen las normas de certificación y los compromisos de RSE de los supermercados".
"Los contratos europeos se firman a costa de los salarios y las condiciones de trabajo de los trabajadores, evitando la financiación de mejoras sociales y ambientales significativas. Las cláusulas de 'fuerza mayor' de los contratos estadounidenses se están utilizando para prolongar la agonía de aquellos cuyo sustento depende de esas marcas de banana, y de todos los productores que intentan vender a los grandes retailers europeos a precios rentables".
"¿Cuándo comprenderán las empresas nacionales y sus homólogas multinacionales que, sin solidaridad, los compradores de los retailers europeos seguirán sin entender por qué su discurso sobre las normas éticas y la reducción de los precios de compra no se sostiene?".
"Entonces, ¿qué pasa con el recargo por 'fuerza mayor' aplicado a todos los principales compradores del norte? Pueden permitírselo y sus clientes lo entenderán. Como demuestra la iniciativa ‘Milk for Farmers’ de Morrisons hace unos años, los retailers no se plantean establecer precios para apoyar explícitamente la difícil situación de los productores que están teniendo problemas. Para los retailers del Reino Unido, en lugar de seguir luchando en sus guerras de precios de las bananas, tal recargo los obligaría a hacer lo que deben en sus cadenas de suministro: acercarse más a los precios correctos de venta al público para que todo el mundo se gane la vida dignamente a lo largo de la cadena de suministro".
"¿Quién será el primero en declarar el fin de la locura? El retailer que esté dispuesto a actuar públicamente hará historia. Y si las marcas bananeras son inteligentes, apoyarán al menos a uno de los grandes retailers europeos que invierte de manera consecuente y pone su dinero en lo que realmente dice".
Fuente: Bananalink