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El sector hortofrutícola rumano se enfrenta al cambio climático y a la pandemia

El sector hortofrutícola rumano tendrá que adaptarse a los nuevos climas y también a las nuevas exigencias de los consumidores. Una empresa rumana especializada en la aplicación de nuevas tecnologías en el cultivo de hortalizas ahora se aventurará en otros segmentos hortofrutícolas. Su propósito es aplicar sus conocimientos para crear una mejor situación para los productores del sector hortofrutícola de Rumanía.

Marcoser es una empresa rumana que ayuda a los productores con innovaciones tecnológicas y de otro tipo para el cultivo, y que además produce varias hortalizas. Según Adrian Ionescu, gerente técnico de la empresa, han observado un cambio perceptible en el clima rumano este año.

"El año 2020 ha sido complicado en lo que a clima se refiere en Rumanía. El calentamiento global también es cada vez más evidente, lo cual se constata también en la temperatura media anual, que este año ha sido 1,2 ºC más alta que en 2019. La escasez de lluvias en el sureste del país ha provocado que los agricultores busquen soluciones tecnológicas para adaptarlas a la zona de cultivo. Está claro que la seguía será uno de los principales obstáculos y tan solo la transición al riego por goteo puede compensar las pérdidas".

Debido a estos cambios en el clima, Ionescu opina que la adopción de estas nuevas tecnologías ayudará a los agricultores a proteger sus intereses y sus ingresos económicos. "Esta primavera también tuvimos muchas heladas tardías, por lo que es necesaria la adopción de tecnologías para proteger las plantas mediante una combinación perfecta de fertilización, tecnología fitosanitaria y uso de productos antiheladas. En la fruticultura o viticultura, se habla de plantas perennes, cuyos costes de sustitución son bastante elevados; por lo tanto, es la tecnología de cultivo lo que marcará la diferencia entre las pérdidas y las ganancias. Política y económicamente, las inversiones nacionales y europeas en la fruticultura nos demuestran una vez más que existe un alto potencial de desarrollo en este segmento. Los programas de conversión y las subvenciones europeas han contribuido a mantener las inversiones en el sector frutícola, lo cual es cada vez más visible con la entrada progresiva en producción de las plantaciones".

No es ninguna sorpresa que el sector rumano se ha visto fuertemente afectado por el coronavirus, al igual que otros países europeos. "Desde el punto de vista de la venta de frutas y hortalizas, el mercado se ha dividido entre ventas mayoristas a los hipermercados, el mercado y el entorno online. Hasta ahora, el canal horeca había contribuido mucho, pero este año, a causa de la crisis provocada por la COVID-19, se ha visto gravemente afectado. Sin embargo, gran parte de su volumen se ha redistribuido entre otros tipos de retail", explica Ionescu.

"El único segmento hortícola que se ha llevado un duro golpe ha sido el de la patata, pero no por la crisis de la COVID-19, sino por los precios tan bajos de la producción combinados con la sequía. Pero aquí se observa un cambio en la tendencia de consumo; hasta hace pocos años, el consumidor prefería las patatas de calibre grande, pero ahora se está centrando en las de calibre más pequeño. El sector de las patatas fritas de aperitivo sigue necesitando productos, para cubrir el déficit de importación".

El año  2020 ha provocado que Marcoser haya dejado de centrarse únicamente en el segmento de las hortalizas. Ahora, la empresa quiere expandirse al resto de segmentos hortofrutícolas, según Ionescu. "Después de 15 años en los que Marcoser ha contribuido al cultivo de hortalizas en Rumanía, este año vamos a centrar nuestra atención en el resto del sector hortofrutícola también. Queremos también trabajar con servicios y productos técnicos de calidad. El calentamiento global, así como los nuevos requisitos europeos, han llevado a los agricultores a invertir en sistemas de fertilización, mallas antigranizo, fitosanitarios de corto plazo, fertilizantes específicos y un mejor control de las plagas con trampas de feromonas e incluso la suelta de insectos beneficiosos".

"Todo esto no es nuevo para nuestra empresa, pues hemos marcado la tendencia en el cultivo de hortalizas en Rumanía durante años. Ahora mismo nos consideramos líderes en la distribución de insumos agrícolas para el cultivo de hortalizas en el país. Marcoser ha logrado incrementar la productividad en el campo del cultivo de hortalizas mediante pruebas en sus propios viveros, adaptando tecnologías usadas en otros países a las condiciones locales. Ahora, la empresa quiere involucrarse en el resto del segmento hortofrutícola desarrollando tecnologías y encontrando soluciones óptimas para aumentar la producción y suministrar frutas y hortalizas sanas. Todas las medidas y tecnologías aplicadas en un cultivo deben estar muy adaptadas para obtener cultivos abundantes y sanos", concluye Ionescu.

Más información:
Adrian Ionescu
Marcoser
Tel.: +4-0730.103.968
Email: [email protected] 
www.marcoser.ro 

Fecha de publicación: