En los últimos años, Marruecos ha invertido fuertemente en el desarrollo de sus sectores agrícola y hortícola. Los pequeños agricultores solían vender sus productos en el mercado local, pero ahora se han convertido en empresas profesionales que se centran en mercados como Europa y Rusia. Por lo tanto, Marruecos ha pasado a ser un gran competidor para países como España y Turquía, y el crecimiento del país continúa.
Azeddine Hamil visitando una plantación en Marruecos
Lyna es una empresa belga que importa y exporta frutas y hortalizas marroquíes y belgas desde 2019. "Mi marido nació en Marruecos y tiene muchos buenos contactos en el país", dice Liesbeth Hamil. "El año pasado, empezamos a importar sandías marroquíes y otros productos, incluyendo tomates, calabacines y berenjenas. También exportamos manzanas belgas a pequeña escala".
"Queríamos explorar ese mercado. Pero este año, todo ha sido diferente a lo esperado. Desafortunadamente, la pandemia de coronavirus ha puesto fin a muchas de nuestras actividades. Mientras no haya vacuna, la salud de mi marido no le permitirá ir a Marruecos. Sin embargo, el contacto personal con los socios es una de las partes más importantes de hacer negocios en Marruecos".
Sandías
"Nuestras importaciones de sandía no han disminuido este año. Tuvimos una buena temporada con grandes volúmenes y un producto de buena calidad. Por otro lado, nuestras importaciones de hortalizas no pudieron ponerse en marcha esta temporada, pues nuestros productos deben ser de alta calidad. Para compensarlo, hemos empezado a exportar patatas y cebollas marroquíes y belgas a Mali y Mauritania", continúa Liesbeth.
Cuota
Liesbeth expresa que es difícil vender fruta de pepita belga en Marruecos. "No hemos exportado ninguna manzana este año, pues los precios de las manzanas en el país del norte de África son demasiado bajos. Actualmente hay muchas manzanas francesas en el mercado y Marruecos ha invertido mucho en su cultivo en los últimos años. El retailer francés Carrefour también está emergiendo, por lo que el país probablemente tiene acuerdos con empresas francesas".
"Las cuotas son otro desafío, porque protegen al mercado marroquí de las importaciones. A pesar de los retos, hay mucha demanda de manzanas belgas, pero es difícil bajar sus precios. Sin embargo, creemos que hay espacio para las manzanas belgas en el mercado marroquí".
Profesionalidad
"La demanda de productos de Bélgica y los Países Bajos está aumentando notablemente en Marruecos. El país tiene una amplia gama de productos, y cada año su calidad mejora", explica Hamil. "Sus métodos de cultivo tradicionales están casi obsoletos. Las empresas se están profesionalizando y obteniendo certificados para cumplir los requisitos europeos. También se centran mucho en la sostenibilidad y están invirtiendo en energía verde".
"Al igual que en Europa, los centros de clasificación de Marruecos están en gran parte automatizados. La clasificación se ha hecho mayormente de forma manual durante años. Pero en muchos casos, ya no es así. Las empresas marroquíes también están empezando a atraer grandes inversores, debido a las buenas tierras de cultivo y a los bajos costes de mano de obra. Por lo tanto, muchas empresas ven potencial en el país".
Lyna todavía tiene muchos planes para el futuro. Por ahora, sin embargo, queda por ver cómo se desarrolla la situación de la COVID-19. "Estamos muy limitados. Pero, una vez que la vacuna esté lista, esperamos que las cosas mejoren. Tampoco hemos estado parados, estamos haciendo tratos con socios de confianza de Bélgica y Países Bajos, pues ambas partes quieren productos marroquíes de buena calidad. El año que viene, queremos empezar con cítricos y granadas también. Este virus ha puesto muchas barreras, pero somos optimistas sobre el próximo año", concluye Liesbeth.
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Liesbeth Hamil
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