El 2020 fue un año complejo y lleno de desafíos para Agrintesa y para todos los miembros de esta cooperativa hortofrutícola italiana. Desde la pandemia hasta las heladas primaverales, se puso a prueba a todo el sector de frutas y hortalizas, así como a toda la sociedad civil. Tanto la vida cotidiana como el mercado y el trabajo han cambiado radicalmente en los últimos meses. Cristian Moretti, director general de Agrintesa, hace balance de la situación y anticipa que en el 2021, que está a punto de comenzar, habrá un cambio inevitable a nivel global.
FreshPlaza (FP): Las heladas de primavera tuvieron un fuerte impacto en la producción de frutas. Los efectos más importantes se observaron en las producciones de verano, pero la cosecha de invierno también sufrió daños. ¿Cómo le fue a la cooperativa?
Cristian Moretti (CM): Las cantidades de fruta de verano, como se esperaba tras las heladas, fueron muy limitadas, con una merma de alrededor del 80%. Para la fruta de invierno, en cambio, observamos una tendencia desigual. De hecho, registramos una producción decente de peras y, aunque en menor medida, también de caquis, mientras que los volúmenes de kiwi verde han vuelto a bajar respecto a la ya pobre cosecha de 2019. La cosecha de kiwis amarillos ha aumentado, finalmente, gracias a la entrada en producción de nuevas plantaciones. La demanda de esta referencia sigue creciendo y los resultados comerciales son muy satisfactorios.
En resumen, el descenso en los volúmenes es bastante grande, sobre todo por la merma en las producciones de verano. Para el año en su conjunto, la caída en los volúmenes podría ser del orden del 35% con respecto al año pasado.
Cristian Moretti
FP: En este contexto complejo, ¿qué acciones habéis realizado para defender el trabajo de los productores de Agrintesa?
CM: Durante los meses de verano y con el fin de proteger al máximo la rentabilidad de las producciones de nuestros agricultores asociados, Alegra, Valfrutta y Brio operaron con gran efectividad en el mercado. En general, estamos satisfechos con los precios obtenidos por el poco producto disponible. El suministro de frutas empezó a finales de abril con las fresas, que alcanzaron un precio medio de 1,96 €/kg, pero este año han destacado las cerezas, la especialidad de nuestra cooperativa tanto a nivel de cultivo como de comercialización. La respuesta del mercado ha sido excelente y, para esta campaña, esperamos poder abonar a los productores un precio superior a 4,20 € para todos los volúmenes recibidos, no solo para las cerezas de primera categoría.
FP: ¿Cómo les ha ido a las demás frutas de hueso?
CM: En cuanto al desempeño de melocotones, nectarinas y albaricoques, al tener volúmenes muy limitados, hemos trabajado mucho en dar un valor agregado al producto. El precio medio de liquidación sobre todas las cantidades entregadas apunta a alrededor de 1,00 € para las nectarinas, 0,85 € para los melocotones y 1,35 € para los albaricoques. Estos resultados no son malos, pero lamentablemente no pueden compensar en modo alguno las pérdidas económicas que han sufrido los agricultores por la falta de volúmenes. No obstante, para Agrintesa fue fundamental buscar, tanto en el mercado como en la gestión, el mayor valor posible para la fruta con el objetivo de maximizar la rentabilidad de las producciones limitadas.
FP: ¿Cuál ha sido el resultado para las ciruelas?
CM: Un segmento aparte es el de las ciruelas de verano, que, incluso con un importante descenso de la producción, siguen sufriendo precios bajos en el mercado por el creciente desinterés del consumidor. Para abordar esta situación problemática, estamos implementando mejoras a nivel varietal y cualitativo. Las ciruelas Angeleno, en cambio, han obtenido buenos resultados y en consonancia con las expectativas, en virtud de nuestro posicionamiento y la poca disponibilidad de producto.
FP: La campaña de invierno está en pleno apogeo y la temporada de otoño acaba de finalizar: ¿cuáles son los datos más llamativos?
CM: La situación comercial de la manzana no difiere mucho de la de 2019, a excepción del grupo Gala, cuyas ventas arrojaron resultados significativamente mejores en comparación con el año pasado, mientras que para el segmento de las peras, si bien la tendencia es muy desigual, dependiendo de la variedad, en general no se cumplieron las buenas expectativas del comienzo de la temporada. En el caso de los caquis, una de las producciones históricas de Agrintesa, tras finalizar la campaña podemos decir que los resultados fueron mejores que en 2019. Las ventas en el mercado nacional fueron satisfactorias, mientras que fue más difícil, debido a la competencia española, conseguir los mismos niveles de precios en los mercados extranjeros.
FP: ¿Y el kiwi?
CM: Acaba de empezar la temporada del kiwi verde. A lo largo de los años, Agrintesa ha logrado desempeñar un papel protagonista en este segmento, garantizando buenos resultados para los productores, sobre todo gracias a nuestra capacidad de movernos con autoridad en el mercado y a nuestra especialización en el procesamiento de la fruta. Los objetivos para 2020 siguen siendo, por tanto, los mismos: seguir garantizando un producto de calidad y mantener el posicionamiento de referencia en el mercado.
FP: ¿"Defender" es la palabra clave de 2020?
CM: Ante el desastre de las heladas y los desafíos de COVID, Agrintesa se ha preocupado, en primer lugar, por defender sus cimientos, es decir, por proteger a sus miembros productores y empleados, tanto en la salud como en el puesto de trabajo. Esta preocupación no nos ha llevado a la inmovilidad, a la espera de que "pasara la tormenta", sino al espíritu que distingue a nuestra cooperativa y que se concreta en un extraordinario plan de intervenciones, que nos permitió seguir siendo competitivos.
FP: ¿Cuáles son las perspectivas para 2021?
CM: El escenario que nos rodea actualmente, sin olvidar los problemas estructurales del sector, es indudablemente muy complejo. Europa, nuestro mercado de referencia, está pagando un precio muy alto por la pandemia y la economía nacional será aún más débil que antes. El retorno total a la normalidad llevará algún tiempo. Además, el comportamiento de los consumidores cambiará, al igual que la demanda del mercado, y el reto de la sostenibilidad será cada vez más importante. Agrintesa, en este frente, ya está llevando a cabo muchos proyectos y muchos otros están en fase de desarrollo. Quedarnos de brazos cruzados no es nuestro estilo, lo hemos demostrado a lo largo de los años y más aún en los últimos meses.
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