En el mes de julio comenzaron a arrancarse los primeros boniatos españoles en unos volúmenes muy superiores a los que suelen registrarse al principio de la campaña, justo en el periodo en el que normalmente se obtienen las cotizaciones más atractivas de la temporada.
“Los precios del boniato temprano el año pasado fueron muy elevados y eso ha hecho que todo el mundo haya optado por él, por lo que ha habido una producción tremenda en los meses de julio y agosto haciendo que su cotización haya caído enormemente respecto a la campaña pasada. De hecho, estamos en precios de campaña prácticamente desde que se empezó”, explica Francisco Rosillo, de la empresa granadina Eco Group. “Los precios ya han caído debido a la oferta, y aún hay que tener en cuenta que entre septiembre y octubre se realizarán arranques a gran escala en toda España, por lo que la oferta aumentará todavía más”, resalta.
Esta rentabilidad asociada a los primeros productos de cada temporada y concretamente en el caso del boniato, cuya demanda ha experimentado un crecimiento muy interesante los últimos años, ha hecho que muchos agricultores adicionales se aventuren cada año en su cultivo. “Sin embargo, el cultivo del boniato no es tan simple; la alta calidad que exige el mercado, cada vez mayor, hace que la cosecha tenga un alto porcentaje de destrío. Por eso mucha gente que no tiene experiencia en su producción y decide sembrarlo, a la hora de la recolección se da cuenta de que no es tan atractivo como parece inicialmente”.
Además de la propia competencia que ha supuesto este aumento de la producción nacional, cada temporada el boniato español se enfrenta a la oferta de Egipto, con unos costes de producción menores que los españoles que les permite tener precios de mercado más bajos, y a los americanos. “Cualquier boniato que venga de Estados Unidos o de Latinoamérica tiene un tiempo de tránsito de 30 días y deja de ser un producto fresco como el que podemos tener ahora en España, aparte del consiguiente coste energético que conlleva su transporte”, recuerda Francisco. “Por eso nosotros seguimos nuestra línea de hacer las cosas cada vez mejor, optando por el curado de nuestros boniatos, y nos centramos en ofrecer productos de la mayor calidad a nuestros clientes”.
Y gracias a esta estrategia enfocada en sus clientes, la empresa familiar Eco Group -hasta ahora Frutas Los Pisaos-, que acaba de estrenar nuevo nombre coincidiendo con el relevo generacional en la compañía tras la jubilación de su fundador Don Francisco García Mota, prevé aumentar su producción de boniatos ecológicos este año un considerable 24% llegando hasta los 5 millones de kilos.
Calabaza Butternut 12 meses al año
Aunque el crecimiento de las referencias de esta compañía productora y comercializadora con sede en Motril no se ciñe al boniato. “Este año hemos incrementado en un 30% las plantaciones de aire libre de hortalizas, entre ellas de col, col picuda y puerro, y en un 35% las de calabaza Buternutt”, adelanta Francisco Rosillo.
“Con respecto a la Butternut, hacemos un trabajo muy meticuloso que ya en los últimos dos años nos ha permitido suministrar calabaza los 12 meses del año”, destaca el experto. “Empezamos a cosecharla en mayo en la zona de Motril, los meses siguientes continuamos con las plantaciones de Alicante, Cádiz y Almería, y terminamos en el mes de octubre en la zona de La Mancha”.
“En marzo, abril y mayo, antes de empezar la nueva cosecha de calabazas, solo atendemos los programas que ya están concertados”, precisa. “No obstante, somos de las pocas empresas de España que consiguen suministrar calabaza Butternut de origen nacional durante todo el año. Eso los clientes lo están teniendo en cuenta e incluso varios de ellos nos han felicitado por haberlo conseguido”, concluye Francisco Rosillo con orgullo.
Para más información:
Francisco Rosillo
Eco Group Spain
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