La temporada de la coliflor holandesa no está siendo satisfactoria hasta ahora. "En general, es un año muy difícil para las hortalizas de cultivo al aire libre. Las condiciones meteorológicas han sido muy desafiantes. Aquí en la provincia de Holanda Septentrional, tuvimos problemas por exceso de agua en el mes de junio, con daños a las producciones en muchas parcelas", dice el productor de coliflores Ton Slagter, de la empresa homónima.
"Además, los precios también son malos en este momento. Actualmente, muchos países son autosuficientes en coliflor y eso hace que los precios en el comercio diario sean poco espectaculares. Las cotizaciones fluctúan actualmente entre 25 y 40 céntimos", señala Ton. "Por otro lado, no tiene sentido comparar las condiciones de mercado con las del año pasado, ya que en 2020 los precios fueron muy buenos para la coliflor. Como consecuencia de la buena temporada pasada, la superficie cultivada ha crecido un 5% en Países Bajos. La oferta es demasiado grande en este momento, por tanto, los que dictan los precios son los compradores. En caso de escasez, son los productores los que tienen todo el poder. Así funciona".
"No hay problemas con la calidad. En estos días, el tiempo está siendo agradable y seco, y estamos cosechando coliflores con el peso adecuado; ese no es el problema. No obstante, la oferta disminuirá considerablemente en las próximas dos semanas, aunque no creo que esto vaya a animar mucho el mercado. Alrededor del 30-40% de las coliflores aún no se han vendido, pero el otoño no suele ser la mejor época en cuanto a beneficios. Me temo que incluso pueda haber algunas pérdidas este año", concluye el productor de coliflor.
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Ton Slagter
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