El polvo y los residuos son huéspedes no invitados pero inevitables en las salas de cebolla. Una buena extracción ayuda, pero se necesita más para conseguir un entorno de trabajo óptimo. Por eso, la clasificadora de cebollas Bowa ha invertido en una instalación de extracción de polvo completamente nueva.
Jozé y Sjoerd delante de la nueva instalación de Bowa
"Queremos trabajar de la forma más limpia posible. Pero eso solo es posible si entra la menor cantidad de polvo en la zona de producción y en las naves", dice Jozé Boone, de Bowa Onions, quien dirige la empresa junto con sus hermanos Dignus y Jan, que fundaron Bowa en 1990 con su padre. El nombre es una contracción del apellido Boone y de la ubicación del negocio, Waarde, una ciudad de la provincia holandesa de Zelanda. Cada año, el comerciante de cebollas procesa unas 50.000 toneladas de cebollas amarillas y rojas que, una vez clasificadas y envasadas, llegan a los clientes nacionales y extranjeros.
"Desde que entran las cebollas hasta que pasan a la zona de envasado final, hay pieles de cebolla sueltas, polvo y residuos por todas partes, lo que afecta al producto. Y, desde luego, tampoco es bueno para nuestros empleados y máquinas. Es más agradable y saludable trabajar en un entorno limpio".
Como la capacidad de la antigua extracción era demasiado pequeña, Bowa tuvo que buscar una nueva solución. "Rápidamente llegamos a la conclusión de que, para obtener un resultado óptimo, había que tratar todo el rendimiento de la zona de producción. En consecuencia, nos pusimos en contacto con Modesta y decidimos modernizar toda la extracción de polvo y pieles de cebolla, así como la eliminación de los flujos de residuos. Con este proyecto, estamos haciendo una inversión en calidad para nuestro producto, así como para nuestra gente y maquinaria”, explica Jozé.
Análisis del proceso de manipulación
El proyecto comenzó a finales del año pasado con el análisis del proceso de manipulación. Para ello, se prestó atención al lugar de entrada del producto en Bowa, al lugar de salida de la zona de producción y a la dirección del viento predominante, entre otros factores. A partir de estas observaciones, se determinaron las posiciones más adecuadas para el sistema de filtrado, los puntos de extracción y el almacenamiento de residuos.
"Los flujos de extracción y de residuos suelen pasarse por alto, pero determinan en gran medida la logística interna de las empresas agrícolas. Por eso, desde la fase de diseño, pensamos en la eliminación del polvo y los residuos", comenta Sjoerd van Diepen, de Modesta. Él mismo trabajó durante años en un procesador de cebollas, experiencia que ha resultado útil en este proyecto. Sjoerd, junto con su colega Diederick Kloppenburg, participó en el proyecto de principio a fin.
Los primeros preparativos para la instalación del nuevo sistema de extracción y eliminación se realizaron en primavera, y tuvieron en cuenta el edificio de producción actual. Aunque se amplió una parte de los cimientos y de la pared para colocar el nuevo armario de filtrado, no fue necesario realizar más ajustes importantes en el edificio. Todas las instalaciones, los armarios eléctricos y el software fueron fabricados por Modesta en Putten (Países Bajos). Esta empresa familiar lleva funcionando desde 1949 y ahora está dirigida por la tercera generación. Además del sector agrícola, Modesta también se dedica a las empresas madereras y a la industria del reciclaje. La empresa instaló el nuevo sistema de Bowa en junio. “Esto significó que el proceso de clasificación y envasado de las cebollas se paralizó durante varias semanas. Afortunadamente, la nueva cosecha se retrasó un poco, por lo que pudimos volver a poner el proceso en marcha junto con el inicio de la temporada”, según el comerciante de cebollas.
Purificación continua del aire
Al extraer el polvo, las pieles de cebolla y otras partículas y eliminar los flujos residuales, el nuevo sistema garantiza la purificación continua del aire en la zona de producción de Bowa. Aunque las instalaciones de producción y las naves no se han renovado ni ampliado, la capacidad de extracción instalada se ha ampliado de 20.000 m³ por hora a 110.000 m³ por hora", informa Diederick. ¿Qué ha instalado Modesta para hacerlo posible? En primer lugar, un sistema de filtrado con múltiples ventiladores totalmente ajustables y reguladores de frecuencia. De este modo, solo se utiliza la potencia necesaria en ese momento, lo que permite que el consumo de energía sea lo más bajo posible. Además, el sistema modular garantiza la fiabilidad del funcionamiento. Si uno de los ventiladores falla, el resto sigue funcionando.
En Bowa se han instalado más de 30 campanas de extracción a medida en los lugares donde se mueven las cebollas. Mediante tres rascadores de residuos cerrados con un total de 65 metros de longitud, se transportan los residuos y el polvo de las naves de producción. Los rascadores de residuos están conectados a un compactador que reduce el volumen de los residuos descargados entre 6 y 8 veces. También se ha colocado una amplia extracción en el topper de cebollas, desde donde los flujos residuales se transportan directamente a la compactadora.
Asimismo se ha instalado un nuevo tipo de tamiz de viento, que sopla aire en una campana especialmente diseñada para ello. Esta campana hace que las cebollas se muevan, lo que permite separar y extraer las partículas ligeras (las pieles y el polvo de las cebollas) del producto. Se trata, pues, de una combinación de soplado y extracción. Además, la ventaja de esto es el aumento de la capacidad y la reducción del desgaste de las demás máquinas de la línea de procesamiento. Sjoerd y Diederick explican también que se ha prestado mucha atención a las condiciones climáticas del edificio de Bowa.
"Un buen equilibrio del aire en la fábrica evita que el polvo y los residuos pasen a zonas más limpias de la empresa, como la línea de envasado, creando una sobrepresión en los lugares más limpios para que el polvo tenga menos posibilidades de entrar allí. El resultado es una mejora de la calidad del aire. Ahora hay menos 'neblina gris' en el aire de la zona de producción y otras salas".
Un entorno visiblemente más limpio
Jozé está más que satisfecho con el resultado final. "Llevamos unas ocho semanas con el nuevo sistema y la diferencia es claramente visible. Incluso las personas que nos visitan notan la limpieza del entorno. Es mucho más agradable trabajar aquí. También vemos una diferencia real en el producto final. En febrero, compramos otra línea de envasado, pero, como ya teníamos los planos del nuevo sistema de extracción, retiramos todas las pieles de cebolla a mano hasta que el nuevo sistema estuvo en funcionamiento. El hecho de que ahora tengamos una buena extracción supone una enorme diferencia. En cualquier caso, actualmente estamos muy contentos con la nueva instalación. En las últimas semanas, las cebollas están teniendo mucho polvo y pieles, por lo que el compactador se llena más rápido, pero eso no es un problema. De lo contrario, habríamos tenido más polvo y residuos en la zona de producción y las naves".
Próximamente, se pondrán los últimos puntos sobre las íes; todo estará bien acabado. "En cuanto al envasado, por ejemplo, la extracción podría ser más potente. Hasta ahora, nuestra experiencia ha sido muy positiva sobre el resultado y sobre todo el transcurso del proyecto. Es agradable colaborar con Modesta. Todo está sobre la mesa, el contacto y el servicio van bien, y realmente escucharon nuestros deseos. Nuestro requisito más importante era ofrecer un producto lo más limpio posible, de principio a fin, y parece que se ha conseguido".
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