"Una situación aburrida", así describe el director de ventas René Tiggelman, de la empresa holandesa Handelsmaatschappij van Langevelde, el mercado actual de la cebolla. "Hemos tenido una semana muy tranquila. Hay mucha presión sobre el precio".
"Las exportaciones a ciertos países africanos van bien, pero los envíos a Senegal son decepcionantes. En cuanto a los países lejanos, Malasia está comprando algunos volúmenes, pero no tantos como el año pasado debido a las medidas más estrictas para frenar la propagación del coronavirus. Los envíos a los otros países europeos son mínimos".
"No tenemos quejas en términos de calidad, pero el precio sigue en un nivel bajo. Las cebollas amarillas se venden actualmente por alrededor de 15,5 céntimos. La demanda de cebollas rojas está disminuyendo, mientras que la oferta está aumentando. Los precios de las cebollas rojas de calibre medio rondan los 21-22 céntimos, las cebollas grandes se venden por 35 céntimos".
Cuando se le pregunta si cree que la situación se mejorará en las próximas semanas, René responde: "Ojalá lo supiera. Solo sé que actualmente hay mucha competencia de precios en el mercado. No obstante, son principalmente las estaciones de envasado más pequeñas las que no están teniendo mucho trabajo en estos momentos".
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René Tiggelman
Van Langevelde Handelsmaatschappij
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