Puesto que la cosecha de peras francesas de este año se ha visto afectada en más o menos un 80%, los mayoristas tienen dificultades para abastecer a sus clientes. "La oferta de peras francesas es muy limitada, no encontramos la mercancía que queremos. No podemos pedir el día anterior para el día siguiente, tenemos que planificar con antelación. El mercado está complicado y las ventas son más difíciles porque los precios se han duplicado. Las peras francesas son absolutamente inasequibles, hasta el punto de que es más interesante comprar un pollo que un kilo de peras, que fluctúan entre 4,99 y 6,99 euros", informa Hamidouche Seridj, de la empresa Monloup, situada en el MIN de Rungis.
Para compensar esta falta de productos franceses, otros orígenes llenan los escaparates de los mayoristas: "Los clientes se dirigen cada vez más a otros orígenes, como los Países Bajos, Bélgica, Portugal e Italia, que tienen una gama más amplia a mejores precios. Precios que se mantienen constantes para el mercado francés".
En cuanto a la calidad, Hamidouche Seridj sigue dividido en la cuestión: "Siempre buscamos la excelencia y somos especialmente exigentes con la calidad de los productos que traemos. Y este año, aunque la calidad sigue siendo muy buena teniendo en cuenta la temporada, no podemos alcanzar los niveles a los que estamos acostumbrados otros años".
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Hamidouche Seridj
Monloup
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