Un cultivo como el del tomate industrial puede beneficiarse enormemente de OPI, un sistema de apoyo a las decisiones de última generación propuesto por la empresa italiana Evja srl, que integra tecnologías modernas de internet de las cosas (IoT), análisis de macrodatos e inteligencia artificial (IA).
No hay duda de que el tomate representa un sector estratégico en la horticultura italiana, con una producción de 6 millones de toneladas en 2021, aproximadamente un 13% más que en 2020. Optimizar la producción y mejorar la calidad del producto es una tarea que Evja se ha propuesto durante años, invirtiendo continuamente en la implementación de nuevas tecnologías.
Desde hace años, Evja ha dedicado mucha atención al cultivo del tomate, recopilando datos climáticos y siguiendo el crecimiento de las producciones para aportar elementos útiles para la toma de decisiones sobre el cultivo.
La tecnología se convierte en un recurso indispensable
Las operaciones de cultivo, desde el trasplante hasta la fertirrigación y la protección de la sanidad vegetal requieren conocimientos agronómicos que deben integrarse con tecnologías útiles para mejorar al máximo la precisión de las operaciones. Davide Parisi, CEO de Evja, afirma que "implementar sistemas de agricultura de precisión dentro de una finca significa crear las condiciones para que las propias tecnologías 'jueguen en equipo', es decir, crear un ecosistema tecnológico que permita, dentro del proceso agrícola, que interactúen entre sí las distintas informaciones climáticas, agrícolas y medioambientales. El sistema OPI es un sistema de apoyo a las decisiones (DSS, por sus siglas en inglés) de última generación que integra tecnologías modernas de internet de las cosas (IoT), de análisis de macrodatos y de IA en una única plataforma en la nube".
"Varios datos agroclimáticos son recopilados mediante sensores instalados en las inmediaciones del cultivo que monitorean en tiempo real factores críticos como la humedad, la temperatura del aire, la radiación solar, la humedad de las hojas y el contenido de agua del suelo a diferentes profundidades. Todos los parámetros adquiridos en campo están georreferenciados gracias a la tecnología GPS integrada en los dispositivos. Trabajamos en estrecha colaboración con los agricultores, que, sobre la base de los datos recolectados y los modelos predictivos proporcionados, gestionan el proceso agrícola. Usando las herramientas adecuadas, uno casi puede conversar con las plantas", continúa Parisi.
"Los datos pueden ilustrar si el cultivo tiene calor o frío, está sediento o estresado. La plataforma OPI ha trabajado en estrecha colaboración con los productores para desarrollar las herramientas adecuadas. Gracias al estudio continuo georreferenciado de las condiciones microclimáticas reales en el campo, los algoritmos avanzados analizan en tiempo real el estado del cultivo y los modelos predictivos brindan predicciones siempre actualizadas y optimizadas sobre el cultivo monitoreado".
De los datos a la acción
"Nuestra propensión a la innovación está fuertemente anclada en la cooperación con los actores de la cadena de suministro del tomate, que, a través de la escucha y la observación, nos permiten invertir nuestras energías en la búsqueda de soluciones aplicables y medibles. Sin duda, uno de los temas críticos mayores en el cultivo del tomate es la gestión del riego y las patologías de las plantas que amenazan el rendimiento de la producción y la calidad del producto".
En este sentido, Evja está cooperando en el desarrollo de un sistema DSS que considera las principales limitaciones (agua salina, altas temperaturas y uso excesivo de productos químicos) y el potencial del cultivo (baja demanda de calefacción e iluminación), lo que lleva a soluciones tecnológicas para limitar la explotación del agua y del suelo y para gestionar la fertirrigación y el control de parásitos y patógenos.
"En 2021, creamos el sistema de pesaje inteligente LYBRA, capaz de medir el peso de la planta y el medio de cultivo. Gracias a la integración de LYBRA con el sistema OPI, es posible conocer en tiempo real todos los datos fundamentales sobre los procesos fisiológicos de las plantas y su estado fenológico, lo cual facilita las estrategias de riego y fertilización de las plantas", dice Antonio Affinito, CTO de Evja.
"En cultivos sin suelo, OPI es una gran herramienta de apoyo a la toma de decisiones. Consideramos que la medición de resultados es indispensable para evaluar la efectividad y eficiencia de nuestras aplicaciones, aunque solo sea para comprender si las inversiones de Evja están bien orientadas. En el sector del tomate, hemos logrado una reducción del 30% de agua, ahorros de plaguicidas hasta un 20% y una reducción de enfermedades hasta un 25%".
La integración humana con la IA es clave
La atención del sistema agroalimentario en general está muy centrada en la tecnología de precisión y la digitalización de procesos, pero la excelencia operativa es igual de importante. La inclusión de nuevas herramientas o soportes para la toma de decisiones representa la oportunidad de revisar los procesos operativos internos, aligerar actividades consolidadas que pueden haber quedado obsoletas, pero sobre todo estimular el entusiasmo por nuevas formas de aprendizaje y crecimiento profesional, en un sector considerado como muy estático.
"En Evja, somos conscientes de la importancia de fomentar la competencia digital y vemos que nuestro crecimiento es directamente proporcional al aumento del know-how de los productores con quienes compartimos herramientas y experiencias. Al mismo tiempo, estamos convencidos de que todos los eslabones de la cadena de suministro del tomate industrial deben participar en el proceso, ya que un sistema alimentario valioso requiere opciones integradas, desde la semilla hasta el producto final", concluye Parisi.
Para más información:
Davide Parisi (CEO y cofundador)
Evja s.r.l.
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