Los productores de banana ecuatorianos vislumbran un año de trabajo difícil, que se prevé que seguirá marcado por el aumento en el costo de los insumos, la falta de contenedores en los puertos y los problemas de logística generalizados a nivel mundial por la pandemia de la COVID.
“Al momento, las dificultades derivadas de la COVID están cambiando la manera en que el negocio del banano se manejaba. Antes había mucha libertad de embarque de fruta debido a que la disponibilidad de espacios navieros era casi 'infinita' para el sector exportador. Sin embargo, ahora los espacios no solo están extremadamente limitados, sino que adicionalmente debemos lidiar con retrasos no avisados de los barcos, lo que nos obliga a parar los cortes de fruta. Y no hay disponibilidad de contenedores vacíos. Recordemos que el banano es una fruta que no se puede guardar, sino que se debe cosechar y embarcar semana a semana”, explica Hugo Castro, gerente general de la empresa exportadora GinaFruit SA.
“La otra incertidumbre es la disponibilidad de papel para imprimir las cajas de cartón que usamos para exportar el banano. No solo el precio del papel viene subiendo, sino que, más grave aún, no hay papel suficiente para embarcar todo el banano de Ecuador. Adicional a esto, los tiempos de tránsito a destino son bastante inciertos por lo que el riesgo de que la fruta llegue en mal estado es bastante alto”.
“Estos factores ya están cambiando la manera en que se maneja la comercialización del banano. Será más inflexible, impredecible tanto en la salida como la llegada a destino, y cara (aunque sigamos siendo la fruta más barata del mundo) dado el incremento en fletes y materiales de exportación. Se alcanzó un promedio de 4 o 5 dólares adicionales por caja”, señala Hugo Castro. “No se sabe a ciencia cierta cómo va a reaccionar el consumidor final”.
Predecir qué va a pasar en el banano es “casi imposible”, subraya. “El riesgo actual en el negocio de comercialización es bastante alto y tenemos que ajustarnos a eso. Pienso que los que tengan los espacios navieros van a tener el negocio y van a dictar los ritmos del mercado. También pienso que los mercados en destino se van a estabilizar, porque debería de bajar drásticamente el dumping que hacen muchas compañías cuando tienen exceso de fruta. Finalmente creo que va a tomar un tiempo que el consumidor se acostumbre a la nueva realidad del banano, que será un precio más caro”.
Fuente: revistainternos.com.ar