La temporada de mandarinas españolas ha comenzado con un buen nivel de demanda. "Empezamos a cosechar la clementina con hoja Clemenrubí en la primera semana de octubre y a la fecha hay más demanda que oferta. Lo mismo ocurre con las Oronules, cuya escasez es aún mayor comparada con la de las clementinas con hoja", comenta Marcel de Koning, responsable comercial de Agribur, con sede en la Vall d'Uixó, quien lleva treinta años trabajando en el comercio frutícola español.
"La cosecha de Clemenrubí y Oronules es más baja que en años anteriores. Tuvimos un verano cálido sin apenas lluvias y eso, por supuesto, repercute en el cultivo de cítricos. En Clemenules, esperamos una cosecha ligeramente mayor que el año pasado, aunque la producción en 2021 fue significativamente menor que en años anteriores. Esperamos volúmenes normales para las variedades Clemenvilla, Tango y Nadorcott esta temporada".
"Con las naranjas Navelina, el mayor problema radica en la clasificación. Tenemos una cosecha un 15% más baja y, además, mucha fruta de calibres pequeños, que solo se pueden destinar a la industria", dice Marcel. Los mercados de destino más importantes para Agribur siguen siendo Francia, Alemania, Austria, Bélgica y los Países Bajos. "No ha cambiado mucho en los últimos años en este sentido".
Las mandarinas con hoja son el producto estrella de esta empresa exportadora de cítricos de la Vall d'Uixó. "Agribur sigue creciendo, en mandarinas con hoja en particular. Cada vez son más los supermercados de varios países que quieren tener este producto en sus lineales, precisamente porque este producto va directamente del árbol al consumidor. Y es que las mandarinas con hoja que se cosechan por la mañana se transportan el mismo día en un camión frigorífico hasta su destino final".
"El sabor siempre es lo primero para nosotros. Por supuesto, conviene que el producto sea bonito, pero la fruta debe saber bien sí o sí, para que los clientes repitan la compra. Este año apostamos por las variedades Clemenrubí, Oronules, Clemenules, Clemenvilla (Nova), Tango, Nadorcott y Orri. Además, junto con nuestros clientes estamos analizando las posibilidades de probar nuevas variedades", dice Marcel.
Según Marcel, la temporada de cítricos se presenta difícil este año. "Todos los costes han aumentado y la pregunta es si podemos repercutirlos en la cadena de suministro. Es difícil predecir cómo se desarrollará la demanda de cítricos y cuál será el comportamiento del consumidor con esta inflación tan alta. Este es precisamente el mayor desafío para el sector este año, además del hecho de que un grupo creciente de productores de cítricos decide abandonar la actividad".
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