“La campaña ha empezado de una manera muy complicada porque este año los agricultores están haciendo frente a una cantidad de plagas y de virus desorbitada. Hay muchas plantaciones de tomate que se están arrancando por el virus rugoso, otras de pimientos y calabacines por la plaga de pulgón y también por bacterias, concretamente por Clavibacter”, explica José Blanco, de viveros Cristalplant. “Por lo que cuentan los clientes, hay un problema en el campo respecto a la higiene vegetal y se está generando una especie de psicosis y, aunque hay más ruido que realidad, la realidad sí es bastante cruda”.
“El arranque de la campaña está siendo especialmente difícil en el levante almeriense, lo que alimenta las expectativas respecto a la sandía”, resalta José Blanco. “De hecho, la previsión para la sandía es que aumentemos nuestra producción, ya que hemos adquirido compromisos muy potentes que nos van a hacer producir un mayor número de plantas”.
“Tenemos previsto sacar de nuestros invernaderos los primeros plantones de sandía el 3 de diciembre para la plantación en las zonas más tempranas y en total estimamos comercializar este año cerca de 6 millones de injertos. En cuanto al melón, nuestra producción será de unos 5 millones de unidades”.
En relación al tomate, los altos costes energéticos harán que muchos invernaderos del centro y del norte de Europa apaguen sus luces este invierno, y sin datos oficiales aún del aumento de superficie esta campaña en Almería, Cristalplant confirma el incremento de la compra de plantones. “En tomate hemos crecido un 10% acercándonos a los 10 millones de injertos y, más que debido a una planificación de las siembras como tal pensando en lo que podría pasar en el resto de Europa –porque, al fin y al cabo el grueso, unos 6-7 millones de plantas, se concentran en el mes de julio–, en este crecimiento ha influido el precio que ha tenido el tomate en el mercado, especialmente el tipo rama”.
Al contrario, hasta ahora las ventas de calabacín han mostrado una tendencia bastante diferente. “Este año hemos vendido mucho menos calabacín por varios motivos. En primer lugar está el precio: nuestro sector está muy condicionado por las pizarras y, como el pimiento ha estado teniendo un buen precio, ha habido productores que han alargado su producción reteniendo otros cultivos, entre ellos el calabacín; por otro lado, sí hemos visto que la bajada que se espera de producción de pepino en Holanda ha hecho que entre nuestros clientes haya habido un cambio del cultivo de calabacín al de pepino”.
En cifras, Cristalplant producirá en torno a 8 millones de plantas de calabacín a lo largo de toda la campaña, frente a los 11 millones de plantas de pepino –uno de ellos de injertos– que prevé comercializar. La producción de plantas de berenjena, por su parte, solo ascenderá a un millón de unidades, la mitad de las cuales corresponderán a injertos.
“Con respecto al pimiento, este año hemos hecho una buena campaña y, cuando acabe la temporada a comienzos del verano, habremos hecho unos 25 millones de plantas”, estima José Blanco; una cantidad que no alcanza ningún otro hortícola de los producidos por Cristalplant. “Las cifras de ventas de pimiento han aumentado considerablemente en la campaña, sobre todo por un tema de costes. Mucha gente está teniendo en cuenta el factor de la mano de obra en sus plantaciones y, por ese motivo, hemos notado un movimiento de cultivos más intensivos de mano de obra como el tomate cherry a otros con menores constes como es el caso del pimiento”.
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