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Chile quiere mostrarles a los EE. UU. una mejor temporada de uva en 2023

"La cosecha de uva chilena depende más de la economía y de la capacidad de los productores para obtener el capital circulante para cultivar la fruta adecuadamente". Así se expresa Nicolás Damm, de Río Blanco, sobre la próxima cosecha de uva de Chile, una campaña cítrica para el país. "Es la mayor preocupación hoy por hoy".

"Depende de cómo de malos fueran los resultados de los productores la temporada pasada y de su capacidad para obtener la financiación para su nuevo cultivo", dice Damm.

Como indica, el país tiene el potencial de obtener el mismo volumen de uvas que la temporada pasada, pero, en última instancia, es una cuestión de dinero. "Depende de cómo de malos fueran los resultados de los productores la temporada pasada y de su capacidad para obtener la financiación para su nuevo cultivo", dice Damm. "Hay que invertir bastante dinero en cada hectárea antes de obtener ingresos, y la temporada pasada fue un desastre para muchos productores". El año pasado, en Chile no solo se retrasó la cosecha de uva, sino que los factores logísticos fueron un quebradero de cabeza para muchos productores y exportadores. "Por consiguiente, ahora los bancos han impuesto restricciones y las compañías exportadoras también se muestran reacias a conceder adelantos a los productores".

El Comité de Uva de Chile, de reciente creación, acaba de publicar sus estimaciones para la cosecha, que sitúa en torno a los 68 millones de cajas; la temporada pasada, se produjeron 74 millones de cajas. "Todavía creemos que es una cifra algo elevada y, en mi opinión, disminuirá un poco cuando estemos más cerca de la campaña. Muchos productores están conociendo ahora los resultados finales de la campaña pasada y se enfrentan a las dificultades que está presentando la nueva temporada", apunta Damm.

El Comité de Uva de Chile, de reciente creación, acaba de publicar sus estimaciones para la cosecha, que sitúa en torno a los 68 millones de cajas; la temporada pasada, se produjeron 74 millones de cajas.

Limitaciones de variedad, calibre y calidad
Según indica Damm, si un productor dispone todavía de un alto porcentaje de variedades tradicionales, va a tener muchos problemas, puesto que los programas del retail, en particular en los Estados Unidos, tienen muchas limitaciones en cuanto a variedades, calibres y calidad. "Y muchas de las variedades tradicionales se cultivan en viñedos antiguos que ya no son tan productivos. Es complicado cosechar volumen suficiente para obtener beneficios", señala Damm.

Por otro lado, se espera que haya demanda para las uvas chilenas, "pero los retailers de los Estados Unidos están siendo más selectivos. También están recibiendo una oferta algo mejor de Perú, por lo que se quedan más tiempo con Perú", en palabras de Damm. Además, el bajo tipo de cambio europeo y los costos elevados podrían hacer que Europa resultara menos atractiva para los productores chilenos y que estos, en su lugar, se concentraran más en enviar fruta al mercado estadounidense.

El equipo de Río Blanco. 

Dicho esto, los productores y exportadores han aprendido de las dificultades de la temporada pasada. "Si la logística mejora y los consumidores finales reciben fruta más fresca, de mejor calidad y en mejores condiciones, las ventas en los Estados Unidos deberían acelerarse. Ojalá los precios no tiendan demasiado a la baja en el pico de la temporada", manifiesta Damm.

Mismos ingresos para los productores
Aunque es pronto para hacer estimaciones de precios, Damm señala que este año se ha intentado alcanzar unos precios más altos para absorber el incremento de los costos de los insumos. "Sin embargo, incluso con un aumento de 2 $ en el precio de venta, los ingresos para el productor serían los mismos que hace dos temporadas, quizá peores. Los costos de flete y los costos en destino están lastrando verdaderamente los resultados para el productor", lamenta.

No obstante, con suerte, el panorama logístico pintará mejor para Chile esta temporada. La asociación vitícola ha trabajado con los puertos chilenos para mejorar sus operaciones y su eficiencia. "Y, con suerte, en el destino, las navieras están colaborando estrechamente con los puertos de los Estados Unidos en la mejora de la logística. La fumigación sigue siendo todavía un gran cuello de botella", dice Damm. Si bien cabe la posibilidad de implantar un systems approach para las uvas chilenas de algunas regiones en la segunda parte de la temporada. "Esperemos que pueda hacerse realidad", expresa.

Damm dice que cabe la posibilidad de implantar un systems approach para las uvas chilenas de algunas regiones en la segunda parte de la temporada.

En general, Damm subraya que esta temporada es de particular importancia para las uvas chilenas. "Tenemos que enseñarle al mercado de los Estados Unidos un buen producto para no seguir perdiendo terreno a favor de Perú en la primera parte y a favor de México en la última. Y preservar la elevada reputación de las uvas chilenas. Tenemos que recuperar el terreno en el ámbito de la calidad que se perdió la campaña pasada a causa de factores externos", asevera. "Los exportadores y productores chilenos deben poner mucho cuidado en lo que cultivan y en lo que exportan".

Para más información:
Nicolas Damm
Río Blanco
Tel.: +56 (2) 2307 4100
nicolas.damm@rioblanco.net       
www.rioblanco.net   

Fecha de publicación: