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Tiendas de Francia colocan las clementinas a 7 €/kg mientras en España una cadena baja su precio un 25% hasta 1,49 €

Según se puede constatar directamente en las tiendas, en ciudades como Francia, las clementinas españolas se venden al público a razón de hasta 7 euros el kilo. Este valor llega a triplicar el precio que adquiere la misma fruta en los supermercados españoles, mientras las operaciones de compraventa en el campo de Clemenules oscilaban entre los 0,30 y los 0,37 euros el kilogramo, según la Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de Valencia.

La diferencia de precios de entre los supermercados españoles y franceses, en este caso, por la misma fruta fruta es ciertamente notable; no obstante, lo que es cierto es que el comercio europeo vende las mandarinas a un precio significativamente superior que las tiendas españolas. Por ello, acciones como la de una cadena que ha puesto en marcha en España una campaña promocional por la cual baja un 25% el precio de las mandarinas justo cuando empieza la recolección de cítricos en España, han sido denunciadas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA).

La organización agraria insta a este órgano dependiente del Ministerio de Agricultura a "abrir una investigación y, en su caso, imponer una sanción ejemplar por cometer una presunta venta a pérdidas, ya que con una cotización de 1,49 euros por kilo podría haber provocado una destrucción del valor del producto a lo largo de la cadena alimentaria".

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, arremete contra esta cadena de distribución porque "vuelve a demostrar sin pudor la inquina hacia la citricultura española. Mientras las naranjas y mandarinas procedentes de Sudáfrica y otros países del hemisferio sur copaban los lineales de sus supermercados, no había problema en mantener precios razonables. Pero precisamente ahora que empiezan a comercializarse las primeras mandarinas españolas, de repente le entran las prisas por usar los cítricos como producto reclamo. Así se entiende por qué los alemanes anteponen sus intereses comerciales con Sudáfrica a la solidaridad y la seguridad fitosanitaria europea”, agrega.

"Nosotros creemos –según Aguado– que con ese precio rebajado, el productor no puede cubrir los costes de producción, que se le han incrementado un 41% en el último año, según datos del Ministerio de Agricultura".

 

Fuente: levante-emv.com

Fecha de publicación: