En Europa, muchos productores de invernadero han dejado la producción de invierno por los elevados precios del gas. "Nadie va a gastar gas extra para calentar los tomates o los pimientos, por así decirlo, porque la UE tiene que primar la calefacción para los ciudadanos", dice Fatih Kördemirci, de Kurt Group of Companies. Ese es uno de los motivos por los que la exportación de tomate de Turquía a Europa está creciendo. "Aquí en Turquía, calentamos los invernaderos con agua geotérmica, que es mucho más barata que el gas", subraya. "Ningún productor turco usa gas. Algunos utilizan carbón, pero la mayoría de los productores de nuestra región, la región del Egeo, utilizan agua geotérmica".
Al ser mucho más barata que el gas, huelga decir que los productos procedentes de los invernaderos de Turquía también serán más baratos en el mercado. "Esto nos brinda una mayor ventaja, ya que podemos ser altamente competitivos con nuestros precios". Al mismo tiempo, la energía geotérmica no es lo único de lo que se benefician los agricultores turcos. "Nadie en Turquía utiliza luces artificiales", señala Fatih. "Aquí tenemos mucha luz solar. Si tienes calefacción y luz suficiente, ya tienes todo lo necesario para cultivar un buen producto. Eso es lo que hace que Turquía sea un buen país alternativo para surtir de más productos al mercado de la UE".
Cumplimiento de las normas de la UE para la exportación
Kurt Group of Companies lleva dedicándose a la agricultura desde los años 80 y tiene diferentes tipos de cultivo. "Tenemos muchos campos de limoneros en el sur de Turquía. En 2008, cultivamos un invernadero de 5 hectáreas en el que cultivamos tomates en rama. En 2011, construimos una planta de propagación de 1,2 hectáreas. En 2015, construimos una fábrica donde secamos hortalizas y frutas".
Como los tomates están pensados para el mercado de exportación, es decir, la UE, Fatih y Kurt Group deben cumplir con los diferentes estándares. "La UE no acepta productos con determinado nivel de residuos. Hay muchos productos químicos que los productores turcos usan normalmente, pero que les imposibilitaría exportar a la UE". Puede resultar bastante complicado controlar esto y, al mismo tiempo, alejar a todo tipo de plagas y patógenos de los cultivos. "Debemos ocuparnos de los puntos débiles en el invernadero, como el control del clima y combatir las plagas y las enfermedades. Contamos con agrónomos que se encargan del reconocimiento constante del invernadero. Además, nuestros empleados llevan en el sector hortícola diez años y tienen muchos conocimientos. Por tanto, si ven algo de lo que no están seguros, siempre avisan a los agrónomos, quienes buscan una solución si es necesario".
Al mismo tiempo, Fatih toma medidas más directas para controlar los patógenos. "Utilizamos algunos productos químicos acordes a la normativa de la UE. Tuvimos grandes problemas con la Tuta absoluta hasta que dimos con la solución perfecta, que, en realidad, no es ningún producto químico. Este producto lo descubrimos en una empresa japonesa, Sumi Agro. Se trata de una feromona que, básicamente, impide que la Tuta absoluta encuentre pareja". Aunque las soluciones biológicas pueden ser eficaces, para algunas cosas, Fatih tiene que pulverizar las plantas. "Pero siempre consultamos lo que la UE permite y lo que no", apunta. "El nivel de residuo aceptado está siempre documentado. Si se consulta, un productor sabrá cuántos días después de la pulverización hay que esperar para que los niveles de residuos bajen".
Si bien Fatih y Kurt Group pueden alcanzar la calidad para exportar a la UE, no todos los productores turcos pueden lograrlo, según Fatih. "Con nuestro invernadero de alta tecnología, es más fácil producir tomates sin residuos. Pero en Antalya, los productores trabajan con unas condiciones meteorológicas duras, así que se enfrentan a muchas plagas y no pueden hacer otra cosa que no sea pulverizar las plantas. No todos los productores saben que la UE permite pulverizar las plantas. Lo que ocurre es que existe una falta de conocimientos generalizada en cuanto a qué productos se pueden usar y cuántos días hay que esperar tras la pulverización".
Cultivar y secar
Como ha señalado Fatih, la empresa cultiva sus productos en un invernadero de alta tecnología. "Cultivamos en fibra de coco en un invernadero de 5,5 metros de alto. Esto resulta de gran ayuda para el cultivo porque es más sencillo controlar el clima. Tenemos un sistema de riego automatizado que suministra a los tomates la cantidad exacta de agua, nutrientes y demás sustancias necesarias. Por ejemplo, incluso podríamos 'dividir' el invernadero en cuatro o seis partes y programar un programa de riego a la medida de cada una de ellas. También tenemos una línea de transporte automatizada; no verás a nadie por aquí empujando carritos de un lado a otro. También tenemos una pantalla calefactora porque en invierno hace bastante frío aquí. Pero también la usamos durante el verano para darles algo de sombra a las plantas. También puede nevar con bastante fuerza durante el invierno, así que colocamos una línea calefactora en el tejado del invernadero para que derrita la nieve que se pueda acumular en él. Al fin y al cabo, si no pudiéramos eliminarla, el invernadero se hundiría".
Kurt Group está activo también en el segmento del secado, con unas instalaciones de secado de 4.000 metros cuadrados y otras en construcción de 6.000 o 7.000 metros cuadrados. "Ha habido una demanda enorme de productos deshidratados", explica Fatih. "Procesamos todo tipo de fruta y hortaliza de muchos productores distintos". Como no dejaban de llegar productos de los productores, Kurt Group tuvo que ampliar su capacidad. "Tenemos muchos planes. Además del secado, seguiremos centrados en los invernaderos, más todavía que ahora. Hoy por hoy, tenemos 5 hectáreas, pero nuestro objetivo en los tres próximos años es tener 5 hectáreas más. Y en los próximos cinco años, intentaremos llegar a las 15 hectáreas. ¡Vamos a tener muchos tomates!".
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Kurt Group of Companies
Fatih Kördemirci
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