La NEPG estima en ese porcentaje la reducción en la producción de patatas en Bélgica, Países Bajos, Alemania y Francia este año, que se situará en 21,2 millones de toneladas, registrando asimismo una contracción del 6,1% en relación con la media de las cinco campañas previas.
La entidad resalta que “las lluvias de septiembre ayudaron a una buena parte de los campos de patatas a producir toneladas adicionales a finales de septiembre y principios de octubre”, por lo que “la producción global es más alta de lo esperado”. Sin embargo, hay grandes diferencias regionales, “con zonas en el norte de los Países Bajos con muy buenos rendimientos (debido a más lluvias y también riego generalizado). En las zonas del oeste y norte de Alemania, los rendimientos son principalmente promedio. Zonas en algunas partes de Bélgica y aún más en Francia tuvieron rendimientos muy decepcionantes; en estas zonas algunos agricultores no podrán cumplir con la totalidad de sus contratos”.
El mayor descenso productivo lo vive Bélgica con una merma, frente a la campaña pasada, del 18,7% y del 17% sobre la media del último quinquenio. Alemania sufre una merma de producción del 4% frente a 2021, mientras que sobre el promedio de las cinco campañas anteriores esa caída es del 2,3%. En Francia, por su parte, se contrae la producción un 9,5% respecto a 2021 y un 8,2% sobre las cinco campañas anteriores.
Países Bajos, finalmente, es el único país que experimenta un incremento productivo interanual estimado en un 13,3%.
Rendimientos
“En 2022, los rendimientos por hectárea fueron más diferentes y repartidos entre países, regiones y explotaciones que nunca. Las influencias climatológicas locales (distribución muy desigual de temperaturas y precipitaciones) y el hecho de que se haya utilizado o no el riego han dado lugar a grandes diferencias de rendimiento que van desde menos de 30 t/ha hasta más de 65 t/ha”, señala la NEPG, cuyo rendimiento medio, 42,1 t/ha, ha caído un 7,8% sobre 2021 y un 6,7% sobre el promedio de las cinco últimas campañas.
Precios contratos
“Cuando se combinan no solo los mayores costos de producción, sino también la tendencia de menores rendimientos/ha (debido al cambio climático, la fatiga del suelo...), entonces los costos de producción por tonelada aumentando aún más”, subraya la organización. “Los precios y condiciones de los contratos deberían tener en cuenta estas evoluciones si los procesadores no quieren arriesgarse a tener menos hectáreas y escasez de producto la próxima temporada. Una de las formas de pagar el valor justo (precios de contrato) por las patatas es trabajar con indicadores de precio de costes. Los precios de los próximos contratos podrían estar vinculados a una variedad de índices de precios (energías, fertilizantes, maquinaria y equipo, tarifas de contratistas, edificios y dispositivos de almacenamiento...)”.
Fuente: nepg.info / agronewscastillayleon.com