La cosecha de manzanas termina este mes de noviembre en Girona, a excepción de algunas variedades como Pink Lady, que seguirán cosechándose hasta finales de año. En general, la producción de manzana ha descendido este año y los precios, aunque son ligeramente más altos que los de la campaña pasada, todavía deberían subir más para asegurar la rentabilidad en todos los eslabones de la cadena de valor.
“Este año nos encontramos con alrededor de un 25% menos de producción de manzana respecto a la cosecha del año pasado”, cuenta Miquel Roig, director general de Fructícola Empordà, ubicada en Sant Pere Pescador, Girona. “Nuestros operadores continúan haciéndonos pedidos con volúmenes similares a los del año pasado, pero no podemos ofrecer tanto debido a la cosecha actual y tenemos que guardar un poco para poder servir hasta julio. La cosecha también está siendo más baja en el resto de Europa, menor a lo previsto inicialmente y con una calidad inferior debido al efecto de las altas temperaturas en agosto”.
El descenso de la oferta este año ha contribuido a que los precios suban ligeramente este año. “El año pasado fue imposible que la gran distribución aceptara subir los precios de compra de la manzana, a pesar del disparatado aumento de los costes de producción. Si bien, nosotros pudimos compensarlo con un aumento de los volúmenes de venta, muchos de los operadores que trabajan con ventas en palots, sufrieron bastante. Este año, la disminución de la disponibilidad de manzana ha hecho que aumente un poco el precio, por lo que estamos siendo capaces de repercutir los costes a estas alturas”.
El representante de Fructícola Empordà recuerda que “en el mes de agosto, los costes de la energía -indispensable para la conservación de las manzanas en las cámaras de frío-, eran 4,5 veces más altos que el año anterior -que ya eran altos respecto al año precedente-, en septiembre bajaron al doble y ahora se están regulando un poco y se encuentran en niveles similares a los del año pasado, aunque cabe recordar que siguen siendo 3 veces más altos respecto a los de hace dos o tres años"
De acuerdo con Miquel Roig, “a pesar de que han subido un poco los precios de venta, no podemos quedarnos contentos. La manzana es uno de los pocos productos cuyo precio no aumenta en los lineales de los supermercados, ya que estos temen ser asociados como caros en productos que consideran de primera necesidad o commodity. Se trata de una guerra de precios que hace peligrar la supervivencia de este producto a nivel nacional, ya que si no se dignifica el precio de la manzana y hay algún eslabón débil, terminará por romperse esta cadena de valor. ¿Cuál será la cadena de supermercados de referencia en dar el primer paso y subir el precio de la manzana en los lineales? En el momento que una de las cadenas líderes dé el paso, todo podría cambiar”.
Fructícola Empordà es una de las empresas que cuenta con el sello de la Indicación Geográfica Protegida Poma de Girona y comercializa aproximadamente el 80% de su producción de manzana en el mercado nacional. “La mayoría de los supermercados con los que trabajamos apuestan principalmente por la fruta de origen nacional. Es cierto que, aunque países como Francia todavía nos lleva años de ventaja en esto -pues no compran ni un kilo de manzana extranjero mientras quede producto francés-, en España ha cambiado mucho la tendencia en los últimos años, en los que se ha ido educando a los consumidores a preferir el producto nacional por razones sociales y medioambientales”.
Para más información:
Miquel Roig i Heras
Fructícola Empordà
C/ Dr. Narcís de Ciurana, 12
17470 Sant Pere Pescador (Girona)
T: +34 972 52 00 00
mroig@empordasl.com
www.fructicolaemporda.cat