"Tras un verano con una importante escasez de producto, este otoño, el sector del tomate siciliano vuelve a sacar al mercado una excelente cosecha, tanto en volumen como en calidad", ha declarado Massimo Pavan, un productor con una larga experiencia en la organización interprofesional del sector del tomate.
Massimo Pavan
"La situación en los invernaderos esta temporada ha mejorado mucho en comparación con años anteriores", afirma Pavan. "El ToBRFV ya no es un problema tan grande, en parte gracias a la introducción de variedades tolerantes al virus y en parte porque los productores han aprendido a lidiar con el problema después de algunos años difíciles. En 2022, los daños causados por el prolongado calor del verano fueron incluso mayores que los causados por el ToBRFV. El verano duró mucho más de lo normal, con temperaturas muy altas hasta finales de octubre. Como consecuencia, pudimos cosechar aproximadamente la mitad de los tomates".
"El calor prolongado, no solo en Italia sino en toda Europa, también ha provocado una mayor presión competitiva por parte de todos los países productores, especialmente de aquellos que han podido cosechar durante más tiempo de lo normal debido al clima inusualmente suave. A esto se suman competidores como Marruecos y Turquía, que han mostrado cifras de exportación que crecen a tasas de dos dígitos desde 2021. Estos dos países están exportando cada vez más al centro y norte de Europa, ya que las dificultades logísticas debidas al conflicto en curso les han obligado a reducir drásticamente las exportaciones a Rusia. Tienen una presencia masiva en el mercado europeo y sus precios son mucho más bajos que los nuestros. De hecho, tienen costes de mano de obra más bajos y, por tanto, son mucho más competitivos", explica Massimo Pavan.
"Hace unas semanas empezamos por fin la cosecha de invierno. Se trata de tomates procedentes de plantas plantadas en agosto", continúa el director. "Hay suficiente producto y la calidad es buena. Estamos, de nuevo, en el mercado nacional y extranjero, pero los precios de los productores son bajos. A 1,30-1,40 euros por kilo, nuestros precios están justo por encima del coste de producción. Sin embargo, noviembre es un mes en el que, tradicionalmente, las ventas se retrasan un poco. Confiamos en que en diciembre, como es habitual, las ventas suban ligeramente".
"A pesar de los muchos retos y dificultades, me gustaría transmitir un mensaje optimista porque este año nuestra cosecha tiene muy buena pinta, y un buen producto siempre garantiza buenas ventas. Ahora tenemos que concentrarnos en la temporada, que alcanzará su pico dentro de unas semanas. Tenemos que pensar en cómo garantizar la satisfacción de nuestros clientes, pero sobre todo de los consumidores de Europa, que vuelven a esperar nuestros sabrosos y saludables tomates", concluye Pavan.