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Una empresa holandesa amplía sus instalaciones

"La falta de trabajadores hace que la restauración pida cebollas cortadas cada vez más"

Las ventas en el canal horeca fueron un gran dolor de cabeza para Mol Fresh Food durante la pandemia; ahora, las cosas van a plena velocidad otra vez. "Hay una demanda creciente de cebollas cortadas, en parte debido a los problemas de personal en el canal horeca", afirma Anthony Mol, quien dirige esta empresa holandesa con su hermano René. Recientemente, han ampliado sus instalaciones, por lo que miran al futuro con optimismo.

"Empezamos a considerar esta ampliación cuando la parcela vecina quedó libre. No es algo que ocurra muy a menudo, así que teníamos que tomar una decisión. Ya estábamos empezando a quedarnos sin espacio, por lo que decidimos aprovechar la oportunidad". Aquello le permitió a la empresa duplicar su superficie. "Pudimos aumentar nuestra capacidad de refrigeración y, lo más importante, crear un poco más de espacio de almacenamiento para nosotros mismos. Además, ganamos espacio extra para instalar paneles solares en el tejado. Ese elemento de sostenibilidad es de enorme importancia hoy por hoy. No basta con tener una huella energética totalmente neutra; con los costes energéticos como están, hay que probarlo todo", dice Anthony.

Ya no se necesita personal de procesamiento
Como las cebollas troceadas son un producto específico del canal horeca, que permaneció cerrado, la pandemia afectó a Mol Fresh Food. "Por suerte, tenemos una clientela bastante amplia, así que la diversificación fue suficiente. Los restaurantes tuvieron dificultades, pero logramos diversificar nuestros riesgos. Cambiamos el foco de atención a los retailers y lugares como pescaderías y panaderías". A estas alturas, el canal horeca ha vuelto a la actividad, por lo que esas ventas se han elevado de nuevo. "Por suerte, todo empieza a avanzar otra vez y los problemas de mano de obra actuales han hecho crecer considerablemente la demanda de cebollas troceadas en particular", explica Anthony.

"Los restaurantes que antes pelaban y cortaban las cebollas ellos mismos, ahora no tienen personal para hacerlo. Están más que dispuestos a comprar el producto preparado". También hay un aumento notable de la demanda de envases más pequeños. "Cada vez son más las personas que los piden. Los paquetes de kilo son lo normal, pero los restaurantes eligen cada vez más los de 500 g. Por supuesto, abrir un paquete de kilo es un desperdicio cuando solo necesitas la mitad. La otra mitad con frecuencia se queda sin usar. Así que estos paquetes de 500 g tienen más sentido, lo cual, al final, también va en beneficio de la frescura de las cebollas", continúa Mol.

Este negocio familiar, donde los padres de los hermanos Mol todavía llevan a cabo todo tipo de tareas diarias, ha tenido una actividad frenética. "Mi madre sigue trabajando en administración, llevando la contabilidad, y nuestro padre, Boudewijn, también está aquí todos los días. Se encarga de cosas como ir a recoger piezas o cocinar una sopa deliciosa para los trabajadores". A los hermanos les sigue gustando contar con la ayuda de sus padres.

No obstante, esta actividad podría suponer un problema de disponibilidad de cebolla hacia finales de temporada. "Preferimos usar productos locales. La disponibilidad todavía es abundante por ahora, pero lo difícil que ha sido la temporada de cultivo ha subido los precios. Desde luego, tenemos que ver si hay suficientes calibres 60+ disponibles, que son los que pelamos, a partir de abril. Dependemos del mercado. Si nos quedamos sin cebollas holandesas, tendremos que sopesar importar amarillas de España y rojas de Egipto. Intentamos evitarlo al máximo posible, pero la necesidad no entiende de leyes. Aun así, en general, miramos con optimismo lo que nos depara el futuro", concluye Anthony.

Para más información:

Mol Fresh Food 
Handelsweg 6
3881 LS Putten
+31 (0)341 491 795
info@molfreshfood.nl 
www.molfreshfood.nl