Apostar por el segmento de microgreens es apostar por el caballo ganador. Ulrich Kager y Patrick Sanin fundaron hace tres años Profarms, una empresa de agricultura vertical en la provincia italiana de Bolzano para la producción de microvegetales. Un tipo de cultivo que necesariamente debe apostar por las tecnologías y la innovación: en lo que a iluminación se refiere, la joven empresa ha confiado en C-Led.
Ulrich Kager
Kager tiene 23 años y comenzó a pensar en los microvegetales tan pronto como se graduó de la escuela secundaria de San Michele all'Adige. Hoy Profarms tiene 3 socios y 5 empleados y está certificada como ecológica. "Este mundo me fascinó y ver un sueño hecho realidad es motivo de gran satisfacción. Contamos con 250 metros cuadrados de cámaras de cultivo y cada una está equipada con 5 estanterías con 4 baldas cada una. Obviamente, tenemos espacios dedicados a la brotación, cámaras frigoríficas y un área de envasado y envío. La producción es de alrededor de 2.000 cajas de 30 x 40 cm al mes. Hay 9 bandejas en cada caja".
Los microvegetales son un término medio entre los brotes y la hortaliza crecida. Todo comienza con las semillas, que se dispersan sobre bases de lana de oveja o sustrato de cáñamo. Al final del ciclo (de 7 a 20 días según el tipo) se venden en bandejas con el sustrato de cultivo, y el usuario final corta sus propios microvegetales en el momento de su uso: no hay nada más fresco.
"Nuestro mercado, en este momento, es regional y los principales clientes son los restaurantes, liderados por chefs con una sensibilidad particular y que saben aprovechar al máximo el producto, ya que conocen su potencial. Estamos tratando de llegar también a los consumidores, pero no siempre es fácil informarles y hacerles entender de qué se trata".
El tipo más popular es el guisante, pero en total se cultivan unos diez tipos. Los ciclos son variables: el cultivo de los microvegetales de guisantes, por ejemplo, tarda unos 10-15 días, el de rábano picante y rábano 7-8, mizuna 20. Otros productos propuestos por Profarms son hinojo, brócoli, borraja, col y rúcula, solo por nombrar algunos.
"La automatización de nuestra instalación es alta, pero también hay operaciones que realizamos totalmente a mano, como la siembra, la cosecha y el envasado. En las cámaras, en cambio, el control de los parámetros y condiciones como la luz y el riego es automático", señala Kager.
Patrick Sanin
Para un correcto cultivo, es necesario prestar mucha atención a la desinfección del espacio y al intercambio de aire: "Con las debidas precauciones, por ejemplo desinfectando con ozono, se puede cultivar los 365 días del año sin recurrir a ningún tratamiento de las plantas".
Profarms pone a disposición de otras empresas su know-how, así como software, semillas, sustrato y soluciones de envasado. La empresa UnoValtellina, de Davide Nazzari, de la provincia de Sondrio, aprovechó esta oportunidad y ya tiene un potencial de 1.000 cajas al mes.
Davide Nazzari, de la empresa UnoValtellina
En la agricultura vertical, una correcta iluminación es la base del éxito productivo. C-Led suministró las lámparas led y toda la asistencia necesaria para definir la correcta "receta" de luz. "Gracias al correcto manejo de la luz obtenemos una mejor calidad de los microvegetales, con paredes celulares más gruesas, plántulas más compactas y el uso de un menor porcentaje de agua. Todo esto se traduce en calidad organoléptica y intensidad de los sabores", concluye Kager.
Para más información: 
C-Led
Via Gambellara, 34
40026 Imola (BO) – Italia
Tel.: +39 (0)542 654980
info@c-led.it
www.c-led.it
Profarms
Via alla Scuola 13
39057 Appiano (BZ) - Italia
Tel.: +39 331 504 5908
info@profarms.bio
www.profarms.bio