South African Table Grape Industry (SATI) celebró el primer foro de comercialización quincenal para la temporada 2022-2023, donde se dijo que los volúmenes de exportación tempranos serían inferiores a los de la temporada pasada.
Actualizaciones regionales
Las Provincias Septentrionales tuvieron un inicio de temporada razonable. Está previsto que los volúmenes se reduzcan en comparación con la temporada pasada. Se ha prestado mayor atención al mercado local en las primeras semanas. La lluvia en las semanas 44-46 ralentizó el avance ligeramente al poner el foco, en general, en el envasado de únicamente las uvas de la mejor calidad para los mercados de exportación.
El envasado en el río Orange ha comenzado con unas temperaturas más frescas, lo que ha favorecido la coloración. Se prevé una cosecha más reducida porque, ante las condiciones del mercado, los productores no han preparado determinados cultivares para la exportación.
Comercialización, logística y clima
La ejecución logística ha mejorado, al haberse racionalizado más los procesos con una comunicación eficaz entre las partes interesadas. Actualmente, parece que habrá disponibilidad suficiente de contenedores y buques. Los incrementos considerables de los costes en la cadena de valor de la uva de mesa están poniendo a los productores bajo presión, con unos costes medios de producción directos que se han elevado más de un 16%. Cabe destacar el cambio estructural a largo plazo en el suministro desde Sudáfrica, que se ha visto influido por los cultivares, el tamaño general de la cosecha y las condiciones del mercado.
Hasta la fecha, Perú está enviando más uvas a América del Norte, principalmente por la fortaleza del dólar estadounidense en comparación con los precios que se pueden alcanzar en Europa. Todo apunta a que habrá una demanda fuerte de uvas hasta Navidad y, posiblemente, la primera parte del año.
Ahora mismo, hay crecidas en el río Orange. No se espera que esto tenga unas consecuencias considerables en la producción de la uva de mesa, aunque podría afectar al riego.
En el último año, se han experimentado unas temperaturas por debajo de la media, aunque se espera que esto cambie a partir de enero o febrero de 2023, cuando está previsto que concluya el fenómeno de La Niña. Para las regiones de lluvias estivales son buenas noticias, pues se esperan unas condiciones más secas a partir de enero o febrero de 2023, para la segunda parte de la temporada. Según el meteorólogo Johan van den Bergh, las zonas de lluvias estivales han recibido más lluvia este año en comparación con la media de los últimos cinco años debido al ciclo actual de La Niña.
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AJ Griesel
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