En su último boletín, la interprofesional francesa de la patata (CNIPT) informaba que en el mercado francés de patatas frescas, “los intercambios se aceleran al ritmo de las operaciones de promoción que pueden realizarse entre los operadores y las cadenas de supermercados”.
“La difícil situación económica obliga a algunos consumidores a centrarse en los productos de primer precio en detrimento de los productos de gama básica o premium en todos los lineales. Sin embargo, la patata fresca sigue teniendo la ventaja de ser un valor seguro para los franceses, habida cuenta de su precio por ración, que sigue siendo muy inferior al de otros acompañamientos”.
“En el mercado de exportación de la patata francesa, los flujos siguen siendo activos, aunque los productos adoptan cada vez más una forma diferente, en relación con los periodos festivos de fin de año que se aproximan”, añade.
En Alemania, el comercio “se adapta a la proximidad del periodo navideño, lo que puede contribuir a impulsar la demanda de patatas de consumo. El tiempo más frío podría impulsar la demanda y también es bien acogido por los tenderos, ya que contribuye a limitar el coste de la refrigeración”.
En algunas zonas del sur de España, según la CNIPT, “como Cartagena, Cádiz y Málaga, comienza la siembra de la patata, pero los agricultores están preocupados por la falta de agua, para regar el cultivo, en los próximos meses. La falta de agua, unida a la menor demanda este año de cultivos tempranos españoles por parte de Alemania, podría provocar un descenso de la superficie del 15-20% en Andalucía y algo menos en la Región de Murcia”.
Con respecto a Portugal, “en la península de Setúbal, al sur de Lisboa, los agricultores empiezan a cosechar las patatas plantadas en verano. Se espera que la calidad sea buena, a pesar del menor rendimiento debido a los ataques de tizón. En la región se plantan unas 200 hectáreas de este segundo cultivo y la recolección suele prolongarse hasta febrero”.
Fuente: agronewscastillayleon.com / cnipt.fr