El elevado costo de los insumos agropecuarios, como consecuencia de la crisis de la inflación mundial, ha impactado la producción de este alimento básico en Colombia cuyo precio al consumidor, según datos del DANE, ha escalado un 37,42%. “En el primer semestre del año pasado, producir una hectárea de papa costaba 22 millones de pesos colombianos. Hoy, esa misma hectárea está cercana a los 39 millones de pesos. Esto hace que los precios de venta también se incrementen y afecten al consumidor”, explica Germán Palacio, gerente de la Federación Colombiana de Productores de Papa, Fedepapa.
“Pensamos que el precio va a seguir subiendo, llegando a sus niveles más altos a finales de enero y febrero. Después empieza a entrar la cosecha del sur del país –Cauca, Nariño y Tolim– que es la del primer semestre, y los precios se estabilizan. La gran cosecha de la sabana cundiboyacense inicia en junio y los valores pueden ser estables hasta septiembre”, sostiene Palacio. Sin embargo, reconoce que, debido al mayor costo de los insumos, el bajo precio seguirá siendo cosa del pasado.
Y es que, aunque el Ministerio de Agricultura lanzó ayudas económicas a 120.000 pequeños productores para reembolsar el 20% de las compras de insumos agropecuarios priorizados, parece ser insuficiente. “Ahorita toca sembrar menos porque los insumos están muy caros. Siembran los que tienen, pero a uno como mediano productor le toca sembrar poquito”, cuenta Prisciliano Díaz, un cultivador de papa de Cundinamarca. “A toda hora toca sacar préstamos al banco y lo que hace uno es para pagar los intereses, agrega. El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, Jorge Enrique Bedoya, considera que “es evidente que se necesita bajar el costo del crédito, lo cual implicaría subsidiar la tasa de interés para ayudar a todo el sector”.
La otra medida que puso sobre la mesa el presidente Gustavo Petro consiste en comprar fertilizantes en el exterior y subsidiarlos. “Hay que pensar que son dos millones de toneladas de fertilizantes que se importan al año y subsidiar toda esa cantidad vale mucha plata. Por eso, les sugerimos al Gobierno que se enfoque en uno o dos cultivos de ciclo corto y que sean aquellos que le peguen más a la inflación, como la papa”, dice Bedoya.
Fuente: elpais.com