Las temperaturas más frías en Países Bajos, en combinación con el hecho de que muchos trabajadores polacos regresan a casa durante las Navidades, hacen que la oferta de hortalizas de invierno sea más escasa y los precios sean más altos.
"El mercado del puerro se está recuperando. El precio está en un nivel de alrededor de 85 céntimos por kilo, mientras que hace un mes era de solo 35 céntimos", señala Kees van den Bosch, de la empresa holandesa Freeland. "La lechuga Iceberg española también tiene una mayor demanda. Esperamos un nuevo aumento de precios en las próximas semanas".
"La demanda de apionabo es buena. Los precios no son muy altos, pero las ventas son fluidas. El mercado de las coles, sin embargo, se estanca. Al final de la cosecha, la demanda era elevada desde los otros países de Europa y esperábamos que continuara hasta ahora. Aunque los precios siguen estando a un nivel alto, la demanda se ha estabilizado".
"Las ventas de zanahorias no son malas, pero tampoco muy buenas. Los precios han subido un poco, aunque esto no se debe a un repunte en la demanda. Quedan muchas existencias de zanahorias en las cámaras frigoríficas", dice el comerciante de hortalizas de cultivo al aire libre. "Y por último, el precio de las cebollas sigue subiendo, céntimo por céntimo. No sabemos dónde está el techo. Varios especuladores se llenarán los bolsillos el próximo año".
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Kees van den Bosch
Freeland B.V.
Nijbracht 126
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