Los cambios en las expectativas y gustos de los consumidores, el cambio climático creando le necesidad de frutas que requieran "pocas horas de frío", o la necesidad de digitalizar datos y sacar provecho de estos para optimizar la mejora genética son cuestiones que se han tratado ya en 2022, pero que ganarán aún más protagonismo en 2023. El obtentor de frutas IFG ha compartido las siguientes predicciones para 2023 para el sector de la uva de mesa y la cereza:
Uvas de mesa: los sabores más únicos ganan tracción
En 2023, es de esperar que en muchos puntos de venta se ofrezcan variedades de uva de mesa con sabores exóticos y distintivos para atraer a paladares más eclécticos. "Hasta hace no mucho tiempo, las uvas de mesa tenían un sabor relativamente uniforme", afirma Jennifer Maguire, Directora Comercial Internacional para Uva de Mesa de IFG. "Eso empezó a cambiar hace unos 10 años con nuevas y excitantes variedades que tenían sabores que no se parecían al que suele asociarse tradicionalmente con la uva, como la Cotton Candy. Hoy en día, hay uvas de mesa con sabores especiados, mentolados o con aromas tropicales. Algunas saben un poco a caramelo o a fresas", prosigue Maguire.
Cerezas con menor necesidad de frío, cruciales para la cosecha de 2023
En 2023, las cerezas con menor necesidad de frío tendrán un papel más importante que nunca, ya que las regiones productoras siguen registrando condiciones más cálidas. Las cerezas con menor necesidad de frío se desarrollaron para hacer frente a los retos de los patrones climáticos fluctuantes, permitiendo que la fruta sea más resistente al calor. Esto abre las puertas a que obtentores y cultivadores de cerezas puedan cultivar la fruta en climas tradicionalmente cálidos, como el sur de California, Israel y Egipto.
"El objetivo de un programa de cerezas con menor necesidad de frío es que sean tempranas y necesiten menos horas de frío durante el transcurso del invierno", afirma Alwyn van Jaarsveld, Director Comercial Internacional de Cerezas de IFG. Además, van Jaarsveld insiste en que la fruta con menor necesidad de frío hará posible que los consumidores tengan acceso antes a sus deseadas cerezas. "Ahora, las cerezas con menor necesidad de frío serán las primeras que probarán los consumidores, así que la experiencia con estas variedades tendrá una importancia decisiva para la temporada de cerezas", afirma.
Alwyn van Jaarsveld y Chris Owens
Sacar provecho de los datos para el cultivo de frutales será fundamental
Las nuevas tecnologías genómicas permiten a los principales obtentores frutícolas generar literalmente terabytes (TB) de datos genéticos a muy bajo coste, en comparación con los estándares históricos. La vinculación de estos datos genéticos con importantes datos de fitomejoramiento, que pueden remontarse a décadas atrás, permite a los científicos averiguar lo que funciona y lo que no a la hora de desarrollar nuevos sabores.
"Tenemos decenas de miles de nuevas plántulas cada año", afirma el Dr. Chris Owens, fitomejorador jefe del IFG. La capacidad de secuenciar el genoma de prácticamente todos los individuos de nuestras poblaciones ha ayudado a generar nuevas oportunidades para la cría, pero esto también tiene sus retos. El volumen de datos es tan grande que puede resultar difícil de analizar. Afortunadamente, las nuevas metodologías y los programas informáticos, que no dejan de mejorar, permiten analizar y sacar provecho de este tesoro de información.
La saturación de datos es un problema al que se enfrentan la mayoría de las organizaciones y en 2023 las empresas tendrán que dar prioridad a la transformación digital para fomentar la innovación.
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