Los precios de los limones turcos se han incrementado debido a una falta de oferta, según explica Akin Soyleyen, gerente de marketing de la exportadora turca Aksun. "Ahora que la nube de la COVID se va disipando, este año tenemos una visión más clara en cuanto a la previsión de demanda de nuestros cítricos. Comenzamos con los limones a principios de octubre, si bien lo habitual es que lo hagamos a finales de septiembre. A causa de la falta de oferta, tuvimos que tomarnos las cosas poco a poco, pues la escasez provocó unos precios más altos de lo normal. Con el inicio de los limones Lamas la semana pasada, tanto la demanda como la oferta se elevaron. Ahora mismo estamos en pleno envasado de Navel, limones, pomelos y también mandarinas".
Los limones escasean especialmente este año para Aksun, pero la producción de pomelo se ha incrementado, explica Soyleyen. "Cuando comparamos los volúmenes con el año pasado, los limones han experimentado un retroceso cercano al 41 por ciento por la escasez y la demanda local. Pero estamos llenando ese vacío con las naranjas y las mandarinas esta temporada. El pomelo siempre ha sido nuestra principal línea de cítricos y nuestra producción se ha elevado un 13 por ciento pese a la escasez general en el mundo. Como Florida e Israel también van cortos de oferta, podemos llegar a mercados a los que antes costaba más acceder, como Japón y las Américas".
Pese a las dificultades, Soyleyen espera una temporada exitosa, y otros países productores lo han tenido mucho peor que Turquía. "Esperamos una demanda fuerte a lo largo de toda la temporada este año y una vez entrados en 2023. Otros países exportadores están enfrentando sus propios problemas y, comparados con nosotros, parece que estamos teniendo suerte al sufrir únicamente una escasez de oferta. Hay situaciones mucho peores que tener falta de determinadas líneas de productos, como se puede observar en otros países, como huracanes u olas de calor".
Soyleyen asegura que la campaña de granada de la empresa ha sido todavía más difícil, pues las condiciones meteorológicas han echado por tierra cualquier previsión que la empresa hubiera hecho sobre la producción. "En lo que se refiere a nuestras granadas, la cosa cambia completamente. Esperábamos una buena temporada antes de que la Madre Naturaleza decidiera que no. Justo antes de la cosecha tuvimos lluvias que perjudicaron a la producción. Ahora mismo, disponer de granadas de calidad premium es una especie de lujo. Con respecto a nuestra previsión inicial, la oferta actual es un 57 por ciento inferior. Dicho esto, seguimos cumpliendo con nuestros socios por contrato en la UE y Asia, lo único es que no podemos atender toda la demanda que nos llega. En resumidas cuentas, esperamos sencillamente una temporada mucho mejor el próximo año; ojalá la Madre Naturaleza esté de acuerdo con nuestra opinión".
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