¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

La calidad de la uva de mesa chilena debe mejorar para que el sector sobreviva

Los últimos años han sido difíciles para el sector chileno de la uva de mesa debido a los fenómenos meteorológicos, los problemas logísticos y otros factores. "Por ello, este año es vital para los productores chilenos, que tienen la oportunidad de demostrar que aún pueden ofrecer un producto excelente", afirma Michael DuPuis, de Divine Flavor.

La empresa colabora con productores de uva de mesa de la zona central de Chile, donde la producción está aumentando. El país es un proveedor clave de uva de mesa, su principal producto agrícola de exportación, pero los vientos en contra a los que se ha enfrentado han provocado una reducción de la superficie cultivada. Como resultado, se espera que la producción total de este año sea de 65-67 millones de cajas, un porcentaje menor que el año pasado.

Los vientos en contra de Chile
"Chile ha tardado más en introducir nuevas variedades debido a los requisitos de cuarentena", afirma Antonio Escobar, de Divine Flavor. "Sería difícil mencionar una cifra exacta, pero todavía hay un número significativo de variedades tradicionales que llegan al mercado norteamericano", añade.

Otro reto ha sido el solapamiento con otras zonas productoras. "Chile pierde ventanas de mercado atractivas cada año", comenta Escobar. "Hay un exceso de oferta mundial de uva y la producción de Chile se solapa con la de muchos otros países productores". En primer lugar, el inicio de la temporada de Chile se solapa con Perú, país que acapara una mayor parte del mercado norteamericano. Al final de la temporada chilena, ya entra en el mercado México, más cercano a Estados Unidos. Por si fuera poco, la cosecha se solapa totalmente con Sudáfrica, país que centra sus exportaciones en Europa.

El vecino de Chile, Perú, no solo tiene la ventaja de cultivar una mayor proporción de nuevas variedades, sino que las uvas del país también pueden entrar en EE. UU. sin fumigación. "Chile está promocionando actualmente un systems approach que permitiría que la fruta llegase sin fumigación", comparte Escobar. "Esto podría ser clave para las uvas chilenas, ya que mejoraría la calidad de la fruta a su llegada".

Diferenciación
Se trata de la supervivencia del más fuerte. "La única forma de tener ventaja en este entorno es teniendo la mejor calidad y sabor", continúa Escobar. "Ambos tienen que ser excepcionales, y nuestros productores en Chile lo entienden muy bien". Las asociaciones que Divine Flavor tiene con los productores chilenos son muy estratégicas y se centran en el cultivo de uvas de alto sabor. "No nos limitamos a plantar un montón de variedades, sino que somos estratégicos", comenta DuPuis. "Trabajamos con viticultores con talento y muy apasionados que están entusiasmados con la nueva temporada y esperan volver a la senda del éxito. Comprenden la realidad y la afrontan esforzándose por cultivar una fruta excepcional. Por lo que hemos visto hasta ahora, Chile parece responder mejor este año".

Con el inicio de la temporada, el pico de producción de uva se espera para principios de marzo. La recolección continuará hasta finales de marzo y la fruta llegará a Estados Unidos hasta mediados de mayo.

 

Para más información:
Michael DuPuis
Divine Flavor
Tel.: +1 (520) 281-8328
Email: mdupuis@divineflavor.com
www.divineflavor.com

Fecha de publicación: