Desde 1967, la empresa Ferme de la Motte, dirigida por la familia Lemaire, produce en pleno Beauce, en el valle del Loira. Auténtica especialista en ajo, cebolla y chalotes frescos, tanto tradicionales como ecológicos, también produce calabaza, patatas y verduras y las comercializa a través de sus marcas Ferme de la Motte y Echo de nature, destinadas exclusivamente a la red especializada en productos ecológicos. Fue en 1997 cuando Ferme de la Motte se pasó a la agricultura ecológica, primero con un agricultor ecológico vecino y después con la reconversión en 2001 de 80 hectáreas para cebollas, patatas, remolachas, calabazas, etc. Fue también en esta época cuando la antigua fábrica de cebollas se transformó en un centro de envasado enteramente dedicado a su actividad ecológica. Los productos de Ferme de la Motte están disponibles en la gran distribución, mayoristas y en redes ecológicas especializadas. 
En la actualidad, el desarrollo del sector ecológico se ve frenado. Aunque todos los sectores se ven afectados, el de las frutas y hortalizas lo está especialmente.
Tras varios años de crecimiento de dos dígitos, y una fuerte aceleración durante los años de COVID, el sector ecológico se encuentra en dificultades. "Es cierto que la pandemia ha amplificado el fenómeno del consumo ecológico, pero hoy volvemos a estar en la misma situación que en 2018/2019", afirma Emilie Daquin, directora comercial y de marketing. Esta situación se debe a varios factores, empezando por un exceso de oferta frente a la caída de la demanda. "Desde 2019, cientos e incluso miles de explotaciones se han pasado a la agricultura ecológica. La dificultad es hacer sitio a los recién llegados. Hoy en día, los volúmenes han caído, y algunos productores que se han convertido a la agricultura ecológica no podrán continuar por este camino. La oferta ha superado a la demanda, que a su vez ha disminuido", explica Cécile Perret, responsable del sector. Algunos productores se plantean incluso reposicionarse en el mercado tradicional. "Hemos tenido que reducir nuestra superficie y nuestros volúmenes ante este mercado bajista".
Otra observación compartida por muchos agentes del sector es que la agricultura ecológica compite ahora con numerosas etiquetas que llegaron al mercado hace casi 3 años: la tercera vía. HVE (Alto Valor Medioambiental), ZRP (Cero Residuos de Plaguicidas) e incluso las etiquetas locales se deben ahora tener en cuenta. "Antes había una clara división entre tradicional y ecológico. Hoy se multiplican las etiquetas y el consumidor se pierde ante una oferta cada vez mayor. Hay que hacer un gran trabajo de comunicación con los consumidores para concienciarlos y explicarles qué es lo ecológico. Creemos que este es uno de los ámbitos que realmente podrían cambiar la situación", afirma Emilie Daquin. Para Cécile Perret, "la agricultura ecológica siempre ha parecido tener dificultades para promocionar sus ventajas. Hay cierta dificultad para tener una comunicación clara sin denigrar lo que se hace en otros lugares. Está muy bien que el sector tradicional evolucione a 'mejor', pero la agricultura ecológica sigue siendo un enfoque que va más allá en cuanto a métodos de producción y hay que valorarlo". Desde 2019 Ferme de la Motte también tiene la certificación HVE y tiene una gama sin residuos de pesticidas. 
Además de esta falta de comunicación, la caída del poder adquisitivo también explica este fenómeno que se observa desde 2021. Frente a precios superiores a los de los productos tradicionales y en un contexto inflacionista, los consumidores recurren más a los precios más bajos. "Este fenómeno es más pronunciado en la gran distribución, que vende por sí sola casi el 50% de las frutas y hortalizas ecológicas. Esta caída de los volúmenes se ve acelerada por la caída de la oferta de productos ecológicos en la gran distribución: según IRI, la caída de la oferta con respecto al mismo periodo de 2021 osciló entre el 0,5 y el 1,6% y luego siguió acelerándose (-3%, luego -4,6%, luego -7,1%) hasta el punto de ser más rápida que la caída de las ventas desde mayo de 2022. Con esta disminución de la visibilidad de los productos ecológicos en las tiendas, los consumidores compran, naturalmente, menos productos ecológicos. Podemos ver claramente que donde antes había un 90% de presencia de patatas ecológicas, por ejemplo, hoy las cifras han caído al 81% (fuente: France AgriMer)".
"Nuestros clientes son conscientes de nuestras dificultades como productores y están dispuestos a apoyarnos", afirma Emilie Daquin. Los socios de Ferme de la Motte ya han hecho referencia a varias innovaciones: la patata frita ecológica, la patata ecológica y Label Rouge, la primera cebolla blanca ecológica de Francia y el ajo negro ecológico de Francia. Y estamos trabajando con ellos en nuevas ofertas promocionales para recuperar a nuestros consumidores".
Ferme de la Motte también está presente fuera de Francia, sobre todo en Europa y Estados Unidos. "Los consumidores europeos siguen prefiriendo los productos nacionales. Los alemanes, por ejemplo, como es natural, recurrirán primero a los productos ecológicos nacionales antes de dirigirse a los productos franceses. Pero, aunque el precio sigue siendo el criterio número uno, la reputación de los productos franceses sigue siendo una ventaja. "La fuerza de Francia reside en su terreno y en las garantías que pueden ofrecer ciertas etiquetas como DOP e IGP. También somos famosos por la calidad de nuestros productos Made in France, ¡y además somos los principales productores de chalotes!".
Para más información:
Ferme de la Motte
52, rue du Château, 41370 Talcy
Teléfono: +33 (0)2 54 81 44 22
Fax: +33 (0)2 54 81 44 20
contact@fermedelamotte.com