Analizando las cotizaciones que comparte el Consulado de la Lonja de Valencia cada campaña, se observa una diferencia notable en las cotizaciones de las naranjas tipo Navel y de las mandarinas híbridas respecto a la misma fecha del año pasado.
Cierto es que, a falta de que el balance final de la campaña lo confirme, el aforo oficial para esta campaña anunciaba un 8,2% menos de naranjas y un volumen de mandarinas que se mantendría respecto a la temporada anterior. El menor volumen de naranjas ha cumplido con la ley de la oferta y la demanda, con cotizaciones que han reflejado la limitación en la disponibilidad de producto y que aún se evidencia para las últimas variedades. Esta semana, las Navel Lane Late registraban una cotización media de 0,360 euros/kilo, y las Navel Powell, Barnfield y Chislett cotizaban a una media de 0,475 euros/kilo, mientras la misma semana del año pasado lo hacían a 0,318 y 0,376 euros/kilo, respectivamente.
Diferente es la evolución de las mandarinas híbridas, referente en pequeños cítricos en la segunda parte de la campaña. La Ortanique cotiza actualmente a una media de 0,242 euros/kilo, reflejando un descenso que roza el 26,5% respecto al precio medio de 0,329 euros/kilo que publicaba la Lonja en su sesión del 20 de febrero de 2023.
Orri vuelve a ser este año la mandarina híbrida más cotizada, aunque también marca un descenso en sus cotizaciones: mientras el año en estas mismas fechas cotizaba a 1,351 euros/kilo, este año registra una media de 1,050 euros/kilo, lo que supone una reducción del 22,3% de su cotización media.
Finalmente, los precios que marca la Lonja para Tango y Nadorcott se situaban en la última sesión del 19 de febrero en 0,450 euros/kilo, exactamente un 51,3% menos –grosso modo, la mitad– que hace un año, cuando registraban un precio medio de 0,925 euros/kilo.
"Este desarrollo en los precios se debe a que las variedades tempranas como las Clemenules y las Clemenvillas han tenido una producción alta, ya que al no haberse producido lluvias en el otoño tampoco hubo grandes mermas, y sus campañas se han alargado hasta enero", explica un productor valenciano.
A eso se ha sumado el exceso de oferta desde otros países, entre ellos Egipto, Turquía o Marruecos, "que ofertan mandarina en Europa a unos precios más bajos, lo que hace que los exportadores españoles tengan que vender más barata la fruta en el mercado europeo".
"En destinos de ultramar donde también llegan las mandarinas españolas, como Canadá, también se está notando que aumenta la oferta de estos países, lo que ha hecho que toda la mandarina que ya no llega a esos mercados se quede en Europa, amplificando esta situación", señala.