Si bien los últimos contenedores de cerezas chilenas aún seguirán llegando por barco durante las próximas semanas, los exportadores califican la temporada de excelente. Todo ello a pesar de un comienzo más lento debido principalmente a la lluvia, que se vio compensado en parte por un Año Nuevo chino más tardío. "La temporada de exportación de cerezas chilenas ha terminado muy bien. Ha sido una temporada excepcionalmente buena y estamos muy contentos y gratamente sorprendidos con el desarrollo de la temporada hasta ahora", afirma Sebastián García, director comercial y de ventas de la chilena Copefrut.
Chile ha alcanzado unas 410.000 toneladas esta temporada, muy cerca de las 407.000 de la estimación final del Comité de Cereza de Chile. "Todavía están llegando los últimos contenedores esta semana y quizás llegarán algunos más durante las próximas semanas de otras empresas. En Copefrut llegamos a las 28.600 toneladas", dice García.
El experto comparte que, aunque todo suena muy bien, hay productores que tuvieron pérdidas debido a las lluvias tempranas. "Chile en su conjunto se recuperó, lamentablemente todavía hay algunos productores que se han visto afectados y quizás no puedan cubrir sus pérdidas de volumen con la subida de los precios. Esperemos que puedan recuperarse en la próxima temporada".
García dice que la relación entre Chile y China es especial, pues el clima y el calendario lunar de China se alinean de alguna manera para propiciar, a menudo, unas circunstancias ideales para el comercio. "Existe una relación muy especial entre el Año Nuevo chino y la temporada de la cereza chilena. Como las fiestas siguen el calendario lunar, se adelanta o atrasa cada año, y eso está estrechamente relacionado con el calendario de la temporada, es decir, cuando el Año Nuevo chino se retrasa, la temporada se retrasa, cuando el Año Nuevo chino se adelanta, entonces la temporada de la cereza se adelanta... ¡no podríamos haberlo planificado mejor!".
Dice que esta temporada tuvo periodos de venta muy diferenciados. "Esta temporada hemos vivido cuatro periodos de ventas distintos: el primero, la temporada temprana hasta mediados o finales de diciembre, que se caracterizó por precios muy altos y poco volumen. El segundo, enero, en el que predominaron las Lapins de calidad casi perfecta, que mantuvieron los precios en niveles más altos. El tercero, las ventas previas al Año Nuevo chino durante los últimos días de enero y los primeros de febrero; tiempos locos... Se vendieron enormes volúmenes y se distribuyeron por toda China, la fruta de muy buena calidad permitió que los contenedores se liquidaran con rapidez y mantuvo el movimiento. El cuarto, después de las ventas del Año Nuevo chino. También fueron tiempos locos, sin apenas fruta en el mercado y con muy pocas llegadas de buques. La demanda continuó a un alto nivel, que seguimos viendo ahora. Esta será una de las mejores temporadas que hemos tenido para las cerezas desde la covid", concluye García.
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