Entre la cosecha de frutas y hortalizas y su consumo, se desperdicia aproximadamente del 20 al 40 por ciento de todo el producto. Para evitar este derroche, es fundamental preservar la calidad y minimizar las pérdidas durante los procesos de producción y manipulación. "Las técnicas tradicionales para evaluar la calidad son dañinas, requieren mucha mano de obra y no son adecuadas para la automatización", dice Hunter Weber, de CID BioScience. "Sin embargo, las tecnologías no destructivas recientemente desarrolladas, como la espectroscopía de infrarrojo cercano (NIRS), han encontrado muchos usos comerciales". Son apropiadas para evaluar productos envasados y se pueden usar sin preparación de muestras. La NIRS se utiliza principalmente para la agricultura de precisión y la evaluación de la madurez de la fruta en las etapas previas a la cosecha.
Aplicaciones precosecha
Las aplicaciones precosecha incluyen evaluación de la madurez, la nutrición y el riego, así como identificación de enfermedades y plagas. Evaluar la madurez ayuda a los agricultores a decidir cuándo cosechar sus cultivos para obtener la mejor calidad posible. Utilizando características internas o externas como la concentración de azúcar soluble (SSC), la materia seca (MS), la firmeza, la acidez total (AT) o degradación de la clorofila, la NIRS determina la madurez de la fruta.
En cuanto al manejo de la nutrición y el riego, con el uso de sensores portátiles y remotos de infrarrojo cercano, los investigadores pueden medir con precisión el contenido de agua de las hojas, los macronutrientes esenciales y la fertilidad del suelo. Esta información se puede utilizar para asesorar a los agricultores sobre las mejores prácticas para la gestión del riego y los fertilizantes en los campos a fin de mejorar el crecimiento, el rendimiento y la calidad de los cultivos.
De todos los factores bióticos, las enfermedades son responsables de la mitad de las pérdidas de rendimiento. La identificación temprana de enfermedades, malas hierbas y estrés por plagas es posible utilizando imágenes detectadas remotamente basadas en NIRS. "Estas imágenes evalúan cambios en la composición química interna antes de que se produzcan daños externos, lo que hace posible dar una respuesta rápida y evitar pérdidas de rendimiento y calidad".
Medidores de calidad para melones y kiwis.
Aplicaciones poscosecha
"Aunque hay sistemas fijos y portátiles disponibles, el desarrollo portátil asistido por quimiometría, como los medidores de calidad de Felix Instruments (F-750 y F-751s) para aplicaciones precosecha y poscosecha, es la nueva tendencia", comenta Weber. "Estos medidores de espectroscopía de infrarrojo cercano son la nueva tecnología no destructiva más popular para aplicaciones antes y después de la cosecha", añade.
El medidor de calidad F-750 ha sido desarrollado para aguacates, mangos, kiwis y melones. Para estas variedades de frutas, se dispone de modelos calibrados. El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de México (INIFAP) ha utilizado ampliamente el Medidor de Calidad de Mango F-751 desde su creación. "Los beneficios de usar esta tecnología son el aumento de hasta dos toneladas por hectárea en al menos el 20 por ciento de las 30.000 hectáreas que están dedicadas a la exportación", dice el Dr. Jorge Osuna, de INIFAP. El doctor y su equipo han ayudado a proporcionar a la industria del mango mexicano la oportunidad de aumentar su eficiencia de producción. El equipo aplica la tecnología a los mangos Ataulfo, Tommy Atkins, Kent y Keitt, así como a otras variedades.
Además de mangos, aguacates, kiwis y melones, hay una lista de frutas para las que el F-750 podría calibrarse, y estas frutas han sido probadas antes. Incluyen manzanas, uvas, cítricos, tomates, frutos rojos, melocotones, peras, cerezas y frutas de hueso.
Para más información:
Hunter Weber
CID BioScience / Felix Instruments
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