En Florida, en pleno apogeo de la temporada de alcachofas, expertos de la Universidad de Florida (UF) destacan el reto que supone la breve vida útil de esta hortaliza, que suele ser de alrededor de dos días a 17 grados. Un grupo de investigadores de la UF/IFAS, entre los que se encuentran Shinsuke Agehara y Tie Liu, están empleando métodos genéticos para extender este período, lo cual va en beneficio de toda la cadena de suministro, desde los agricultores hasta los consumidores. Mediante el análisis de secuencias de ARN de cultivares de alcachofa, el equipo pretende identificar marcadores genéticos para rasgos como el deterioro poscosecha retardado, que podría mejorar significativamente la vida útil mediante la selección asistida por marcadores. Este método es notablemente más eficaz que las técnicas tradicionales de mejora genética.
Las alcachofas, producidas principalmente en California, han experimentado un aumento constante de la producción mundial, con un notable incremento del interés en Florida debido a su rentabilidad como cultivo alternativo. Prolongar la vida útil podría mitigar el desperdicio de alimentos y las pérdidas económicas por deterioro, ofreciendo una ventaja sustancial tanto a los consumidores como a los cultivadores. Esta investigación no solo promete mejorar la comerciabilidad, sino que también apoya la sostenibilidad de la producción de alcachofas.
Fuente: blogs.ifas.ufl.edu