"Vista la reacción de los consumidores de la otra parte del mundo, somos muy optimistas, verdaderamente", asegura Marc Evrard, director comercial de Belgian Fruit Valley. Se refiere a las exportaciones de fruta de pepita belga con la marca Truval a destinos lejanos como India y el sudeste asiático, incluida China. "Hay una demanda creciente y potencial de crecimiento".
Marc Evrard (Belgian Fruit Valley) y Patrick Thoen (BelOrta).
Marc también ve potencial en mercados como Japón, Corea del Sur y Filipinas, que, hasta ahora, estaban cerrados a la fruta de pepita belga, aunque permanece alerta. "Tenemos que arreglar las cosas", dice Marc, refiriéndose a las muchas interrupciones en el comercio internacional y la logística que a veces hacen que las exportaciones sean impredecibles.
Diez días más no es un problema
Las interrupciones logísticas en el mar Rojo añaden unos diez días al viaje de un producto hacia, digamos, China, pero eso no debería ser un problema, señala Marc. "Es factible si la fruta es adecuadamente seleccionada y refrigerada. Por lo general, las peras tardan de 30 a 40 días en llegar a China, y una vez allí, pueden refrigerarse durante otro mes". En opinión de Marc, la incertidumbre causada por las irregularidades en los plazos de entrega es un problema mayor.
"Hubo un momento en que los barcos que ya estaban en el mar Rojo tuvieron que dar media vuelta para navegar alrededor del cabo de Buena Esperanza. Llegaron al mismo tiempo que los barcos que navegaron directamente por el cabo desde Amberes o Róterdam unos diez días después, por lo que se produjeron irregularidades en algunas entregas, lo que quiere decir que una semana no llega producto y dos semanas después, por ejemplo, llega en exceso. Para nosotros, es fundamental cumplir lo máximo posible con las entregas just-in-time para que los minoristas del otro lado del mundo también puedan recibir sus pedidos", explica Marc.
Dinámica del mercado
Los buenos precios actuales de las peras Conferencia también afectan a la dinámica del mercado, destaca. "La producción europea de peras es pequeña, así que el mercado es bueno. No necesariamente hay que cultivar mucho para obtener resultados rentables". No obstante, Marc subraya que hay mucho producto de exportación disponible.
Esa dinámica tiene otra cara: se están ofreciendo más productos de exportación de otros países de origen. "Si las peras locales están a unos 50 céntimos de euro, es mucho más difícil para los competidores, con todos los costes de transporte, bajar de eso y aun así ganar algo. Cuando los precios superan el euro, es más fácil, por ejemplo, para los productores españoles, vender peras a 90 céntimos de euro", ilustra Marc.
Exportaciones de otros orígenes
Eso lleva a que Sudáfrica y Argentina envíen muchas más peras a Europa. "En parte, se debe a que cada vez les resulta más interesante vender a Europa. A precios bajos, los argentinos no ganan nada al enviar peras aquí, pero pueden hacerlo cuando los precios alcanzan un euro".
Marc reconoce que los efectos de esta afluencia de otras peras aún está por determinarse. "Es algo que se aclarará en las próximas semanas y meses, cuando se produzcan llegadas masivas, por ejemplo, de otras variedades de peras de Argentina", apunta. Con todo, Marc no espera que las peras de ultramar superen a las belgas, aunque solo sea porque algunos retailers prefieren el sabor y las características únicas de las peras Conferencia. La flexibilidad también juega a favor de las peras Conferencia belgas. "Si, digamos, desde Múnich nos hacen un pedido de peras por la mañana, podemos entregarlas esa misma tarde o la mañana siguiente. Eso no es tan fácil con un cargamento de peras argentinas".
Movimiento en la dirección equivocada
Marc señala que la eliminación de un número creciente de paquetes fitosanitarios es una complicación que está empezando a afectar a la fruta de pepita. Patrick Thoen, agricultor y director de BelOrta, coincide en que la reducción de estos paquetes está causando problemas, y a veces incluso provoca que los productos no se puedan comercializar.
Marc pone como ejemplo la chinche Halyomorpha halys, que se ha establecido en Italia. "Ya no hay medios para controlar ese insecto, así que la fruta de los árboles afectados no se puede vender ni se puede hacer nada al respecto. Antes se contaba con una caja de herramientas donde había algo contra todas las enfermedades y organismos. Hoy en día, la caja está cada vez más vacía y, en última instancia, será un problema grave que afecte al comercio, ya se venda a tiendas belgas, alemanas o chinas", alerta.
El futuro
Patrick y Marc, sin embargo, creen que hay futuro para el cultivo de peras Conferencia en Bélgica y también para su exportación. "Nuestra región es un corredor de aproximadamente 100 km de largo y ancho que es el más adecuado, a nivel mundial, para cultivar estas peras. Otras regiones europeas son demasiado calurosas en verano o demasiado frías en invierno", expone Marc.
Considera que el aumento de costes en el sur de Europa y Polonia también es otra ventaja. "Ha reducido significativamente la diferencia de costes con los de Bélgica, mientras que la productividad aquí es mucho mayor." El director comercial señala que los productores de peras del sur de Europa obtienen de 15 a 20 toneladas de peras por hectárea en una temporada normal. Su colega belga produce al menos el doble o incluso más. "El coste es aproximadamente el mismo, pero el resultado es una pera de calidad con buen sabor, contenido de azúcar y firmeza", concluye Marc.
Para más información:
Marc Evrard
Marc.Evrard@bfv.be
Patrick Thoen
Thoenfruit@outlook.be
BelOrta - Belgian Fruit Valley
Mechelsesteenweg 120
B-2860 Sint-Katelijne-Waver, Bélgica
Tel.: +32 (0)15 55 11 11
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