La industria del transporte marítimo ha enfrentado una serie de eventos disruptivos desde la pandemia, que han complicado los pronósticos y la planificación en el sector. Incidentes como el bloqueo del canal de Suez por el Ever Given en 2021, la congestión en puertos de California, la guerra entre Rusia y Ucrania, ataques en el mar Rojo, la sequía en el canal de Panamá y el reciente choque del Dali en Baltimore han impactado el comercio global marítimo. Estas situaciones han generado una compleja trama de consecuencias, dificultando la estabilización del sector.
La reorganización de las alianzas navieras y los ataques hutíes son ejemplos de disrupciones que han afectado los planes de los transitarios para 2024. La falta de claridad en los planes de implementación y estructuras de servicio para 2025 por parte de las alianzas, excepto Ocean Alliance, ha generado incertidumbre. La nueva alianza Gemini, que incluye a Maersk y Hapag-Lloyd, es un punto focal de expectativa para la industria.
Un factor crucial en la adaptabilidad de la industria es la demanda, que según datos recientes, muestra un crecimiento anual del 10,7% en enero/febrero de 2024 comparado con 2023. Sin embargo, este crecimiento se relativiza al compararlo con el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia, reflejando un crecimiento total del 8,1% y una tasa de crecimiento promedio anual del 1,6%.
En cuanto a las tarifas de fletes, estas han mostrado una dinámica compleja. Aunque las tarifas spot alcanzaron su punto máximo en enero, las tarifas de los contratos a largo plazo tienden a seguir con retraso. El Índice de Contratos Este-Oeste cayó un 61% en el año hasta marzo, aunque hubo un aumento del 19% entre febrero y marzo debido a recargos por el mar Rojo. A pesar de los aumentos en las tarifas spot tras los ataques en el mar Rojo, los analistas anticipan que las tarifas medias de flete en las principales rutas Este-Oeste serán más bajas en 2024 que en 2023.
Este panorama sugiere que, a pesar de los desafíos y la incertidumbre, hay expectativas de adaptación y ajuste en la industria del transporte marítimo, con la esperanza de superar las disrupciones y avanzar hacia una mayor estabilidad.
Fuente: mundomaritimo.cl