La semana pasada, la tendencia a la baja en la formación de los precios de las cebollas holandesas no dio tregua. "Puesto que la oferta es mayor que la demanda, los precios bajan, lo cual tiene dos caras para los comerciantes: los que tienen la oportunidad de comprar cebollas a precios ventajosos, las pueden comercializar con márgenes de beneficio satisfactorios, pero los que tienen almacenados productos demasiados caros, lo están pasando mal", observa Rinus Wisse, de la empresa holandesa Wiscomex. "Todo ha ido muy rápido en poco tiempo. Actualmente, el precio por bala de las cebollas pequeñas ronda los 20 céntimos, los calibres 40-60 se venden a alrededor de 22 céntimos, la clasificación media alcanza un precio de 23-24 céntimos y las cebollas grandes se sitúan en 30 céntimos. Y nadie descarta que esta semana las cotizaciones bajen otros 2 céntimos. En este momento, los comerciantes podemos comprar lo que queramos".
"Con esta bajada de precios, la situación de mercado ha cambiado por completo. Y es que, de repente, volvemos a ser un origen interesante para el mercado asiático, donde, además de las nuevas cebollas de Oceanía, el producto holandés se posiciona otra vez como una opción más atractiva que las cebollas chinas. Somos capaces de enviar cebollas de buena calidad a Asia durante varias semanas más, y si el precio sigue bajando, las exportaciones solo aumentarán. Además, los mercados mayoristas de Europa del Este vuelven a entrar en juego, aunque no podemos olvidar que, al mismo tiempo, la competencia empezará a aumentar por la llegada de las nuevas cosechas de países como España y Egipto".
"De una forma u otra, aún tenemos que despachar una gran cantidad de cebollas esta temporada. Basándonos en el nivel medio de envíos a largo plazo, quedarían 5.000 toneladas sin exportar por semana. Y si fuéramos capaces de exportar las cantidades enviadas durante las últimas 10 semanas de la temporada 2021/2022 (cuando se registró el nivel de exportaciones más alto de los últimos 7 años, con precios por bala de entre 14 y 19 céntimos y un promedio de 17.000 toneladas enviadas por semana), aún nos sobrarían unas 2.000 toneladas por semana".
"Los agricultores han estado viviendo en una burbuja demasiado tiempo. Y es que los precios en origen han sido elevados durante mucho tiempo y han frenado las exportaciones, lo que nos ha llevado a la acumulación de producto y la consiguiente caída del nivel de cotizaciones en estos momentos. Y los mismos agricultores son los más afectados en esta situación", concluye Rinus.
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Rinus Wisse
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Schoorkenszandweg 23b
4431 NC 's-Gravenpolder (Países Bajos)
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