La producción europea de tomate ha retrocedido esta temporada, lo cual ha supuesto una verdadera oportunidad para los exportadores turcos, afirma Emel Esin Keskin, propietaria de Esin Tarim, exportadora turca de productos hortofrutícolas. "La producción de tomate en la UE está en una tendencia a la baja debido al aumento de los costes de la energía y a la pandemia de covid-19. Esta disminución ha espoleado la actividad de marketing de nuestro país para exportar tomates a los países europeos en 2024. Como resultado, ha sido una temporada fructífera para nuestros productores de tomate. En la última temporada, hemos enviado 588.418 toneladas de tomates a 52 países, incluidos Rumanía, Ucrania, Polonia, Alemania, Bulgaria, Países Bajos, Reino Unido, Seychelles, Rusia, Dinamarca, España, Azerbaiyán, Italia, Catar, Kazajistán, Estonia y Francia".
Si nos fijamos en los mayores importadores de tomates turcos, parece que los países de Europa del Este tienen una buena representación, según Keskin. "Rumanía ha sido uno de los países a los que más tomates ha exportado Turquía, pues el año pasado le vendió tomates por valor de casi 92 millones de dólares. A Rumanía le siguen Ucrania con 64,6 millones de dólares, Polonia con 56,6 millones de dólares, Alemania con casi 54 millones de dólares y Rusia con 40,6 millones de dólares".
Los invernaderos turcos no son ajenos al cultivo de tomates, subraya Keskin, pues es la hortaliza que más se cultiva en la agricultura protegida. "En Turquía, los tomates se cultivan en suelo y sin él, en las regiones del Mediterráneo, Mármara y el Egeo. El tomate ama los climas cálidos, necesita mucho sol y mucha agua durante su crecimiento, y es uno de los cultivos más habituales en el invernadero, donde la temperatura se mantiene en el entorno de los 22-26 grados, porque la planta de tomate no le gusta el frío. Si la temperatura aumenta, se abren los invernaderos para ventilar. En cuanto al suelo, tiene que ser uno con alta capacidad de retención de agua y rico en humus".
El Gobierno turco también ha contribuido a favorecer el cultivo en invernadero, explica Keskin. "Estamos muy satisfechos con el apoyo prestado por nuestro país al sector de los invernaderos, y nuestro objetivo es aumentar todavía más nuestra cuota de mercado en la exportación de tomates en la próxima temporada. Gracias al apoyo recibido, estamos avanzando rápidamente hacia este objetivo. Si analizamos las exportaciones por países y cantidades, constatamos que hemos vendido mayores cantidades tanto en mercados nuevos como en mercados que ya teníamos. Creemos que estas ventas seguirán aumentando en la nueva temporada y que incrementaremos las cifras de exportación con nuestra producción y haremos una gran contribución a la economía de nuestro país".
En opinión de Keskin, los productores y exportadores turcos de tomate aún tienen por delante mucho crecimiento. "Como país, nuestro objetivo es alcanzar los 5.000 millones de dólares en exportaciones de tomate para 2026. El aumento de la cuota de importación de tomate turco en Rusia, que ha pasado de 350.000 toneladas a 500.000 toneladas, ha sido un factor que ha elevado las exportaciones esta temporada. Como productores y exportadores, hemos tenido una buena temporada y continuamos esta tendencia. Los tomates se cultivan principalmente en invernaderos geotérmicos donde se utiliza energía limpia a través de la agricultura sin suelo, y con este método se logran ahorros energéticos de hasta el 60 por ciento en comparación con otras fuentes de energía. Los invernaderos geotérmicos producen más de 30 toneladas por unidad de superficie. Creemos que aumentaremos nuestras cifras de exportación cada año al crecer nuestras superficies de invernadero y nuestros volúmenes", concluye.
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