Nico Treurnicht, de Ergopak, fabricante de sistemas de control de peso exclusivamente distribuidos en Europa por Dutch Weighing Company, considera que la agilidad de los almacenes de envasado es la cuarta gran ola que conforma las exportaciones de frutas.
"El sector de la uva de mesa ha pasado por cuatro fases: la primera consistió en equiparar la productividad y la velocidad de envasado. La segunda ha sido la lucha contra el despilfarro en el almacén de envasado, y la tercera, frenar la pérdida de producto al envasar más cantidad de la especificada. En mi opinión, la cuarta ola es la agilidad del almacén de envasado: la capacidad de pasar de una forma de envasado a otra, y se ha convertido en un parámetro importante", afirma, señalando que hoy en día los almacenes de envasado reciben a veces nuevas instrucciones de envasado cada hora. "El cambio tiene que realizarse sin interrupciones. El personal y la tecnología del almacén deben permanecer en movimiento, pasando de una forma de envasado a otra de la misma manera que un equipo de relevos se pasa el testigo".
Mediante una aplicación "elemental pero interesante" de inteligencia artificial, Ergopak desarrolló una báscula inteligente que permite a los empleados envasar con rapidez y precisión, mientras que la dirección tiene una visión general de alto nivel y trazable de toda la funcionalidad de pesaje dentro de un almacén de envasado.
Resolver la fatiga cognitiva en el almacén de envasado
Como antiguo ergónomo de la facultad de ingeniería de la Universidad de Stellenbosch, Treurnicht investigó el lado humano de un almacén de envasado. Hace una década, Karsten Boerdery, viticultor y productor de cítricos del Cabo Norte, le pidió que resolviera un dilema: ¿por qué el ritmo de envasado se ralentiza tanto cuando se envasan tarrinas de 500 g, en comparación con el envasado de cajas de 4,5 kg y 9 kg?
La razón, según descubrieron él y sus estudiantes de investigación, era la fatiga cognitiva: tener que calcular cuántas uvas más hay que sumar o restar para llegar al peso deseado, sin olvidar que un número como 487 g es inferior a 522 g, un concepto numérico que puede resultar pesado de entender para el personal con bajo nivel de conocimientos aritméticos.
El concepto de una interfaz que muestra una representación visual del peso de la tarrina, junto con una indicación de cuánto falta o sobra para alcanzar la marca, se puso de moda y varios miles de sus controladores de báscula se utilizan en los almacenes de uvas, frutos rojos y verduras de Sudáfrica.
Tres áreas separadas –un gráfico de barras, el peso real (o número de bayas) y, en tercer lugar, una indicación del margen de divergencia– en la pantalla transmiten información al envasador. "Entre estos tres indicadores nunca hemos encontrado una envasadora que no fuera capaz de elaborar su propia 'receta' para sacar partido del sistema", afirma Cornel Oosthuizen, diseñador electrónico de Ergopak.
El sistema puede configurarse para realizar un envasado combinado, cuando una tarrina de uva está a medio envasar, y ponerse en espera hasta que el sistema identifique un racimo con el peso necesario para llevarlo al objetivo. Además, el tiempo de respuesta del sistema es bastante rápido: del orden de dos décimas de segundo, lo que resulta inmediato para el usuario.
Cuando se confeccionan tarrinas con varios componentes, como en la industria de la fruta de IV gama, las balanzas se configuran en secuencia: si el peso del primer ingrediente se sitúa en el extremo superior del intervalo de peso permitido, se comunica a las balanzas siguientes, que ajustan sus intervalos permitidos para los siguientes ingredientes, lo que evita una tarrina con exceso de peso.
Los informes de gestión le dan ventaja a Ergopak
La gama más reciente, la gama Aquila, es un sistema de pantalla táctil que puede conectarse a cualquier plataforma, complementado con una plataforma de gestión de informes web, Panorama, que le da a Ergopak una ventaja sobre sus competidores y permite una gestión integral pero detallada del proceso de envasado, afirma Oosthuizen.
"La idea central del sistema Ergopak es que todo está conectado dentro de una red, que da servicio a todo el almacén de envasado, desde el punto en el que las uvas entran en las cajas (que se escanean individualmente y se conectan a los recolectores específicos en el campo) hasta el punto en el que las uvas se paletizan, donde podemos colocar otra báscula para obtener una imagen completa de la cantidad que ha entrado y salido del almacén de envasado", prosigue.
Afirma que sus exportaciones han cobrado impulso desde el año pasado y que Ergopak se utiliza ahora en almacenes de Marruecos y en catorce países europeos.
La atención que presta Ergopak al uso humano de su tecnología le ha llevado a seguir interesantes líneas de investigación, por ejemplo, cómo evitar que un operario de la línea de empaquetado pese repetidamente la misma tarrina. A la inversa, cómo instruir a la tecnología para que no tenga en cuenta una posible interpretación errónea al rechazar una tarrina bien envasada cuando varias tarrinas consecutivas tienen exactamente el mismo peso.
"Nuestro sistema puede distinguir unas tarrinas de otras, aunque tengan el mismo peso. Esta característica nos da cierta ventaja sobre nuestros competidores", explica Treurnicht. "No es bueno para la moral que los empleados de los almacenes vean que un trabajador engaña al sistema y se sale con la suya".
Ergopak estará en el stand 30 y 31 en el simposio técnico y comercial anual de BerriesZA el 30 y 31 de mayo de 2024, así como en la Nampo Expo en septiembre.
Para más información:
Ergopak
Nico Treurnicht
Tel.: +27 84 806 0708
Email: [email protected]
Cornel Oosthuizen
Tel.: +27 71 474 5509
Email: [email protected]
https://www.ergopak.co.za/